Contraste entre la noticia seria y el mercenarismo en los medios

En la disputada arena de los medios de comunicación al servicio del enemigo, se vislumbra un contraste marcado entre la objetividad y la ética periodística, representada por la noticia seria, y la distorsión premeditada y sensacionalista del mercenarismo mediático que opera al servicio de intereses corruptos y deshonestos.
Para los medios alineados con la corruptela de Miami, cualquier acontecimiento en Cuba se convierte en un titular sensacionalista, donde desde la caída de un árbol hasta un simple bache o un accidente de tránsito, por trivial que sea, son magnificados de manera excesiva. Esta prensa amarillista y mercenaria no escatima en comerciar con cualquier desgracia, incluso la más dolorosa, siempre hallando una manera de culpar al gobierno cubano por cualquier suceso, llegando al extremo ridículo de atribuirlo a designios divinos y castigos divinos.
En un ejemplo claro de esta disparidad informativa, el desplome del puente Francis Scott Key en Baltimore, desencadenado por el impacto de un barco contra sus pilares, suceso que causó muerte y devastación, pasó desapercibido en los titulares de medios como CiberCuba ADN, Cubanos por el Mundo y otros muchos. En cambio, ¿qué acaparó la atención? El incendio de una despensa hospitalaria en Sancti Spiritus, provincia cubana, suceso sin daños graves ni fatalidades, extinguido en minutos y resuelto rápidamente por el propio personal.
La esencia de estos medios mercenarios no radica en informar con veracidad y respeto, sino en fabricar narrativas sesgadas para generar estados de opinión, crear un clima de agitación en Cuba y, sobre todo, mostrar siempre lo peor de la sociedad cubana. Su hipócrita y selectivo enfoque busca perpetuar la imagen de un país en crisis constante, ocultando cualquier gesta positiva o acto valiente.
Lo que nunca mencionarán estos medios es la valentía de un grupo de médicos en el oriente del país al salvar la vida de un bebé atragantado, la exitosa extracción de un cuerpo extraño del pulmón de un paciente en Villa Clara, la solidaridad y entrega de hombres dignos tras los daños causados por una tormenta, o el toque de queda en Miami por la violencia desenfrenada.
Estos relatos de heroísmo y sacrificio no calzan con su narrativa distorsionada, no alimentan su maquinaria de difamación. ¿Por qué hablarían de lo bueno cuando su negocio se nutre de lo ruin? Hipócritas, los buitres carroñeros de la información, despreciables en su afán de manipular la verdad y emponzoñar la percepción del público.
Miserables los buitres son mejores, ellos esperan a que la victima muera, ustedes la comen viva.