Con la misma decisión enfrentamos el huracán

No soy creyente, religioso ni menos supersticioso. Creo en mi Revolución y sus dirigentes, en la ideología martiana, marxista-leninista y fidelista que defiendo y en la cual educo a las futuras generaciones. Creo en el mejoramiento humano.
Tengo infinita confianza en mi pueblo, del cual formo parte, en el heroísmo demostrado, a través de una historia gloriosa, intensa en hechos y circunstancias que nos han hecho así, tan peculiares, rebeldes y dignos.
Pero no se puede negar que, hasta la naturaleza, de vez en cuando, por nuestra privilegiada posición geográfica, nos pone a prueba. Por momentos nos hace dejar un poco de lado el jolgorio, como ahora, por la victoria popular por el SÍ el domingo último, 25 de septiembre.
También desviamos un poco la atención del aniversario de nuestros Comités de Defensa de la Revolución (CDR), día de fiesta popular, de barrio, organización de masas más numerosa del país, surgida por iniciativa del Comandante en Jefe, en medio del enfrentamiento a las acciones terroristas organizadas y financiadas por el Imperialismo yanqui y ejecutadas por enemigos internos y externos desde el mismo instante en que triunfó la Revolución.
Por eso no habrá fiestas, sino un intenso quehacer a lo largo y ancho del país, resarciendo las heridas que ocasionó el huracán Ian. Unos, residentes en los lugares afectados, otros, integrados en brigadas de apoyo del resto de país, actuando en correspondencia con los valores de solidaridad y hermandad formados por la Revolución y que nos hacen invencibles.
Así somos y así seremos: unidos. Quienes votaron por el NO y quienes lo hicimos por el SÍ, con la misma decisión enfrentamos el huracán y una vez más ¡VENCEREMOS!