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Apagones en Cuba: Un análisis desde el contexto nacional y regional

Nadie está ajeno a la problemática del déficit de generación eléctrica en nuestro país. Escribo estas líneas, de hecho, en medio de un corte eléctrico que ya se prolonga por varias horas. Más allá de la molestia y estrés momentáneo, la reflexión y el análisis crítico son necesarios. ¿Qué condicionantes determinan la situación electroenergética actual de nuestro país? Hoy, incluso, iremos un poco más allá, colocando a la Isla en medio del contexto regional.

Comencemos.

Causas y condiciones de la crisis

Los cortes eléctricos en Cuba tienen tres causas principales: Déficit de combustible, obsolescencia tecnológica de las principales plantas generadoras y aumento de la demanda en la población.

Como explica el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, la generación eléctrica del país está compuesta por termoeléctricas, Energás, complementadas por la generación distribuida (grupos electrógenos y patanas).

También expuso en comparecencia informativa que, en los pasados meses, si bien se cumplió el cronograma de mantenimientos «con los recursos que contaba el país», las horas de afectación superaron a las proyectadas. Además de las deficiencias de combustible, se han perdido plantas por bajas técnicas o ventos excepcionales, como el incendio en la dependencia en Mariel.

«Nosotros siempre dijimos que los mantenimientos iban a minimizar las afectaciones comparando con el periodo anterior, pero no se acaban los apagones y así fue en los primeros días de julio, pero el mes de agosto fue extremadamente tenso», recalcó el titular. Las salidas de bloques de generación no se deben a mala calidad de los mantenimientos, agregó, sino a las décadas de explotación de las instalaciones.

Si bien trabajadores del sector no escatiman en esfuerzos ni creatividad para solucionar las deficiencias, el abastecimiento de combustible continúa como una de las principales dificultades. Cuba consume ocho millones de toneladas, de las cuales produce solo tres. El resto «estamos saliendo a comprarlos en el mercado internacional», con niveles de facturación «gigantescos, de miles de millones de dólares».

A este complejo panorama sumemos la persecución económica, a la cual no escapa el sector. Entre marzo de 2023 y febrero de 2024, las pérdidas por concepto del bloqueo ascendieron a más de 388 millones de dólares, que bien pudieron estar encaminados a solucionar los aspectos ya mencionados.

Desde 2019, Estados Unidos incrementó el rigor de la persecución a los barcos que trasladan combustible a Cuba, por lo cual fueron penalizadas 53 embarcaciones y 27 compañías.

El cerco financiero limita, además, el acceso a créditos para la reparación de infraestructura e instalaciones. Según refiere el más reciente informe del MINREX sobre las afectaciones causadas por el bloqueo, la Unión Nacional Eléctrica (UNE) se ha visto privada de financiamiento para mantenimientos a unidades térmicas. Por esta causa, de un total de 15, 13 se encuentran fuera de ciclo, lo que ocasiona mayor número de averías.

Energías renovables: Un vistazo al futuro

En medio de un panorama tan complejo, además de aumentar los nexos en la arena internacional, el esfuerzo colectivo y la renovación de la matriz energética siguen siendo claves. Existen planes a corto plazo para la instalación de parques fotovoltaicos con 2000 megawatts de capacidad de generación, además de los esfuerzos para recuperar la generación distribuida.

La nación caribeña cuenta en la actualidad con 77 parques fotovoltaicos y experiencia en su montaje, lo que indica potencialidades a futuro.

Asimismo, de un total de 92 parques solares a montar, 30 se encuentran en fase de ejecución de las obras, en 14 provincias del país. Cada uno de ellos podrá producir 22 megawatts.

«La aspiración del Ministerio es que al menos durante el día se genere electricidad a partir de recursos nacional», explicó Rosell Guerra Campaña, director de Energía Renovable del Ministerio de Energía y Minas.

Con tales acciones, Cuba se encamina a un porvenir de energía sostenible, donde aumente la autonomía y, por la tanto, la calidad de vida de la población.

América Latina en la mira

La crisis energética es un denominador común de las naciones lationamericanas, por diversos factores endógenos y generales. Un examen más minucioso del contexto regional echará luz sobre el fenómeno.

Diversas naciones de la región enfrentar dificultades en el abastecimiento de energía eléctrica por causas climáticas y operacionales. Confluyen factores como la sequía con la necesidad de renovar equipos y tecnologías, así como la demora de la puesta en funcionamiento de centrales.

El conflicto entre Rusia y Ucrania Ha generado el aumento de los precios de este servicio en un 45% como promedio en las naciones del mundo. Sin embargo, apuntan datos de la Organización Latinoamericana de Energía, en la zona el incremento asciende a 22%. La diferencia se debe al uso de fuentes renovables, sobre todo la hidroeléctrica, argumentan los expertos.

El 62% de la energía consumida en Latinoamérica durante 2023 provino de fuentes naturales, reseña el informe Global Electricista Review. Esto representa una oportunidad, en términos de autonomía, y un reto, en cuestiones como el acceso a financiamiento.

La principal problemática está en el uso de agua para la generación, un recurso hoy escaso.

En este momento, la sequía provocada por el fenómeno El Niño, desemboca en la disminución de lluvias en las cuencas hidroeléctricas y, por tanto, en la insuficiencia de la producción.

Así lo muestra la situación vivida por Costa Rica desde mayo, donde el mínimo nivel de los embalses llevó a restricciones no vistas desde 2007. Además, agravó la coyuntura el incumplimiento de la entrega de energía térmica contratada a empresas privadas.

Mientras, en Ecuador, el gobierno ha anunciado la suspensión del servicio entre las 10 pm y las 6 am, además del incremento de los apagones durante esta semana.

Estudios vaticinan una crisis similar para el próximo año en Colombia, donde factores ambientales pondrán en jaque la ya deteriorada industria nacional, sometiendo a las estructuras a una presión sin precedentes.

Brasil, por su parte, experimentó en los últimos tres meses el volumen de lluvia más bajo en casi un siglo, lo que ha llevado a alternativas más caras y contaminantes para satisfacer las necesidades de sus habitantes.

En esas condiciones se mueve el entorno, del cual nuestro país forma parte. En medio de los desafíos, la diversificación de la matriz energética resulta fundamental. Hacia allí, con paso firme, se encamina Cuba. Seguramente muy pronto veremos los resultados.

Redacción Razones de Cuba

Trabajos periodísticos que revelan la continuidad de las acciones contra Cuba desde los Estados Unidos.

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