No es la primera vez que nos falla el SEN, por roturas continuas de las Termoeléctricas, o por aplazamientos y los consecuentes atrasasos en el programa de mantenimiento programado, o por un hecho extraordinario como el incendio de los tanques de combustible en la Base de Supertanqueros de Matanzas, unido a roturas y falta de combustible en la Generación Distribuida o la caída del SEN ahora, por causa ya conocida: una avería imprevista en la Termoeléctrica Guiteras.
Dos cosas saltan a la capacidad de análisis causal, sobre la ocurrencia de estos fenómenos en este sector vital que lo consideramos como «la columna vertebral de toda la economía y la vida social» de un país: el Sistema Electroenergético.
Y en el caso de Cuba no se puede dejar de mencionar las duras condiciones en que se desempeña la economía producto del bloqueo reforzado del Imperialismo contra nuestro pueblo y esa criminal e ilegal inclusión en una lista de países patrocinadores del terrorismo, que ni ellos por «muy Sinvergüenzas» que sean, se lo creen.
La primera cuestión a resolver cuánto antes, al margen de la importancia de inversiones y de otros gastos vitales, es el hecho que no puede retrasarse o faltar, la compra a tiempo del combustible necesario para la Generación Distribuida, hasta tanto el cambio de Matriz Energética con los Parques Solares no este bien avanzado el próximo año y en el 2026.
Esto, junto con la reparación de motores de este sistema de generación, parados hoy, y la compra de varios de ellos, son parte de las decisiones impostergables y que ya se van aplicando.
La segunda parte consiste en redimensional y organizar el Sistema Electroenergético Nacional de modo tal que, las «llamadas Islas», creadas hoy para levantar el SEN, sean analizadas como una forma que llegó para quedarse.
Lo anterior incluye que nuestro SEN tenga una nueva concepción de trabajo y de direccion en la cual esas «islas» o Nuevos Circuitos de generación y distribución, cada uno con su puesto de mando de despacho, alcance un grado de independencia uno, respecto a todo el SEN que sería el eslabón dos, de carácter general capaz de mantener, e una relación de sistema y subsistemas, la integralidad del todo.
Si ocurriera una falla imprevista o la necesidad de «sacar del SEN uno de los subsistemas o «islas» esto podemos hacerlo sin afectar al resto del país.
Lo anterior es una forma robusta de concebir el «salto cualitativo» que necesita nuestro SEN, al margen de inversiones para ir paliando también la obsolescencia tecnológica que es un factor a considerar.
Y sabemos que ya la dirección de la Revolución trabaja fuertemente en esto.
Y es por todas estas razones que nuestro pueblo unido se mantiene firme y confiado en la victoria.
