Acerca de la batalla histórica civilizatoria que involucra a todos los pueblos del mundo

La lucha de clases está en la base de la transformación revolucionaria de la humanidad. Y su análisis es vital para la comprensión del mundo.
Nadie se llame a engaño sobre esta verdad entorno a las causas que subyacen en las luchas políticas, en las cuales participan un número de partidos políticos y de movimientos sociales, según los moldes de la democracia burguesa “representativa», esa que nos dice que el «pluripartidismo es el Nom Plus Ultra del Sistema Político Burgués».
Ver esa lucha electoral es un fetichismo político que esconde una verdad evidente: las sociedades clasistas expresan una relación determinada con las distintas formas de propiedad privada prevaleciente, en uno u otro país, y también entre esas clases hay intereses comunes que defender.
Es por esto que surgen las alianzas entre ellas, aun cuando sean a través de partidos políticos con nombres diferentes: Todos responden a los intereses del Capital, de la apropiación privada de la riqueza y a la contratación, en el mercado laboral, de la fuerza de trabajo asalariada que es quien crea la riqueza material de cada país.
Los revolucionarios conscientes no podemos olvidar jamás que la contradicción fundamental para la perdurabilidad histórica de la humanidad, se expresa en la disyuntiva civilizatoria siguiente: en que podamos lograr o no, la conservación del medio ambiente y la vida, humana, vegetal y animal, en nuestro planeta.
Por eso la batalla política e ideológica de los pueblos, es contra el Hegemonismo Global del Imperialismo y de la contrarrevolución creada y pagada por los círculos del poder de la dictadura mundial de los multimillonarios.
La humanidad necesita trascender dialécticamente el Sistema Capitalista Neoliberal Global y para ello tiene que avanzar en los cambios de su estructura geopolítica actual.
Hoy el mundo unipolar, está en proceso de transición hacia un mundo multipolar. Este mundo hegemónico, militarista, depredador del medio ambiente, saqueador de la riqueza de otros países, de constantes agresiones económicas y financieras a través de sus Transnacionales y el sistema desigual del comercio y las finanzas, con el apoyo cómplice de sus medios de subversión política, en particular de las comunicaciones y las Redes Digitales, debe cesar.
De ese esquema de dominación descrito, la humanidad buscará la justicia social, el equilibrio medioambiental, la paz, el respeto del derecho internacional, la colaboración y la solidaridad, el fin de la carrera armamentista, y relaciones internacionales multilaterales democráticas y participativas. Un mundo del cual tantas veces el líder histórico de la Revolución cubana victoriosa Fidel Castro predijo y nos describió.