Tiempos difíciles: momentos de definiciones

Han transcurrido casi 6 años de la desaparición física del líder histórico de la Revolución cubana y nuestros enemigos no cesan en los ataques a su pensamiento y obra. Por eso, en estos momentos difíciles, es oportuno refrescar la mente de no pocos desmemoriados.
Estaba el Comandante en Jefe, en plena contienda libertaria, en la Sierra Maestra e indignado por el bombardeo de la aviación batistiana sobre casas de campesinos para obligarlos a no colaborar con los rebeldes. Tras verificar la procedencia estadounidense de las bombas, escribió:
Sierra Maestra
Junio 5-58
Celia:
(…) Al ver los cohetes que tiraron en casa de Mario, me he jurado que los americanos van a pagar bien caro lo que están haciendo. Cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos. Me doy cuenta que ese va a ser mi destino verdadero.
Fidel
Él llega tempranamente a la conclusión de que los Estados Unidos no iban cejar en el empeño de evitar que los cubanos fuéramos definitivamente libres, independientes y soberanos.
En el propio trayecto de la Caravana de la Libertad desde Santiago de Cuba hasta La Habana, entre el 2 y el 8 de enero de 1959, en cada ciudad donde se detuvieron, el líder rebelde repitió, una y otra vez, una idea: “De aquí en adelante todo será más difícil». A él le preocupaba la desbordante alegría del pueblo y que creyeran que todo había acabado con el triunfo revolucionario. En cambio, predijo que no iba ser así, porque la burguesía derrotada, sobre todo los restrojos sociales que vivían de ella, con el apoyo incondicional del Imperialismo yanqui y todos los recursos materiales y financieros necesarios a su disposición, iban a conspirar de las más variadas y atroces formas para destruir a la joven Revolución.
Por eso, desde entonces retomó esa idea muchas veces: «Nadie piense que el camino será fácil, ningún camino es fácil. El camino es largo, el camino es difícil, el camino es duro; se requiere ir aprovechando los errores, se requiere la crítica, la autocrítica, el reconocimiento honrado de cualquier error, para rectificar (…) una revolución es una incesante lucha contra las deficiencias y contra los errores».
El Comandante en Jefe a nadie engaño y menos aún obligó a seguirlo en ese largo y difícil camino de hacer una Revolución socialista en las propias narices del Imperio.
Fue su ejemplo, su verbo encendido y esclarecedor, lo que convenció a millones de cubanos y hermanos en todo el mundo a seguirlo a riesgo hasta de sus propias vidas.
En esos instantes difíciles y complejos, que nos han acompañado por más de 60 años, dejó bien claro también que:
«En tiempos difíciles hay quienes se confunden, hay quienes se desalientan, hay quienes se acobardan, hay quienes se reblandecen, hay quienes traicionan, hay quienes desertan. Eso pasa en todas las épocas y en todas las revoluciones. Pero también en los tiempos difíciles es cuando realmente se prueban los hombres y las mujeres, en los tiempos difíciles es cuando se prueban realmente los que valen algo».
En tiempos espinosos los simuladores, los corruptos que vivían engañando y haciendo daño al pueblo, los acomodados, no resisten las necesidades, limitaciones y carencias que afectan a todos, de una forma u otra, viéndose obligados a quitarse el disfraz.
Esa es la parte positiva de los tiempos que vivimos, que constituyen momentos de definiciones y reafirmación revolucionaria.