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¿Serán 50 las sombras de Milei?

La llegada al poder de cualquier presidente es motivo de revuelo y opiniones encontradas. Sin embargo, las bizarras circunstancias que promovieron a Milei a la toma de posesión en Argentina y el entramado «apolítico» y extravagante de su comportamiento, dista de lo que se puede esperar de alguien coherente.  Mucho más si de sus decisiones fallidas depende el futuro de un país donde el partido de ultraderecha La Libertad Avanza tiene el poder.

A golpe de vista, utilizando la observación como un poderoso método para develar rasgos de la personalidad, queda al descubierto un sujeto que rayando en lo patológico, da al traste con el ideal de lo que sería un líder proactivo y deja entrever el fiasco que fue su campaña electoral en la tierra andina.

Un «top» de lo más raro y oscuro de este hombre no sacará a su pueblo del abismo, pero colocará al lector frente a una realidad que los medios intentan naturalizar y confundir con «lo humanamente correcto», perdiendo de vista que la ética y la moral no hay Photoshop que pueda editarlas.

¿Sabías que Milei ha reiterado en varias ocasiones en cadena nacional y sus redes sociales que habla con su perro Conan a través de una médium?

Sepa que el masting inglés murió en el 2017 y fue clonado en otros 4 cachorros que poseen el nombre de famosos economistas. Según el mandatario, establece comunicación con Conan y este le ayuda a tomar decisiones sobre el país. Razón por la que su bastón presidencial lleva a los cinco animales tallados en la empuñadura.

De lo sublime a lo ridículo transita este sujeto. Utilizando hasta cierto punto la sensibilidad y la visión animalista de sus electores para ganar aceptación y likes.

No sólo habla; también dice escuchar sus voces.

¿Acaso esto no es el signo evidente de una alucinación auditiva o de un circo mal armado? ¿Estaremos en presencia de signos paranoides en el presidente?

Evidencia rasgos de prácticas repulsivas con niños.

En varias ocasiones desde el 2018, aún cuando no aparecía en el radar con posibilidades de ganar las elecciones, se le ha escuchado decir: «El Estado es el pedófilo en el jardín de infantes con los nenes encadenados y bañados en vaselina».

¿Qué persona es capaz de hacer un comentario así?

De tantos símiles a utilizar en el español, hacer recurrente esta frase en su lenguaje deja al descubierto a un excéntrico pervertido con un puesto principal en la Casa Rosada.

Su estética retorcida VS el ideal de «lo bello».

No es un secreto, las fotos hábilmente son editadas por su equipo de trabajo. De modo que en redes sociales y otros medios es muy probable que aparezca un Milei al estilo Brad Pit. Cara ligeramente perfilada, sin papada, cabello «al descuido» (pero arreglado), unos 15 kg de menos y un outfit acorde a su estatus son elementos en los que no permite equivocaciones.

¿Casual? De eso no hay nada. Photoshop hasta en imágenes oficiales, ¡eso sí!

Como si todo esto fuera poco, sobresale un Milei egocéntrico, agresivo y con serios problemas para regular su conducta. La violencia en sus frases, lenguaje y la representación de las políticas de su partido por una sierra eléctrica se acercan por mucho, al caos que desata esta versión del «trumpismo» en el sur americano.

Un hombre con una salud mental cuestionable es el encargado de regir el destino de los argentinos en los próximos años. El mismo señor que salía en televisión gritando todo tipo de insultos y obscenidades; que posa con una motosierra, que quiere privatizar la sanidad y la educación, que dice hablar con su perro muerto a través de una médium, que se mueve en la red oscura y que defiende el tráfico de órganos.

¿Todo estará bien Argentina? ¡No! Con Milei se baila un tango al borde del precipicio.

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