Paso a paso, sin prisas, pero sin pausa

Cada día, los cubanos somos ejemplo sin precedente de entrega y sacrificio incondicional. Hace pocos días, un fuerte huracán azoto la región occidental del país con fuerte impacto, principalmente en la provincia de Pinar del Río, pero también tuvo incidencia en Artemisa y La Habana.
Sin duda alguna, afectó el corazón de muchos, quienes después de haber logrado construir viviendas, arreglar sus casas, embellecer los pueblos y crear una cultura en sus barrios, fueron impactados de forma directa por el huracán.
Las lágrimas en los rostros, la ansiedad, el desespero, llenan las largas noches para los que habitan en Pinar del Río. Al comienzo del amanecer llegan a Pinar personas de todo el país. Comienzan los arreglos eléctricos, los trabajos voluntarios, los jóvenes en los organopónicos, los centros de evacuación se llenan de vida. Esa es Cuba, la que no comparte lo que sobra, sino lo que se tiene.
Hasta estos confines han llegado dirigentes de nuestro país, y, en especial, nuestro Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Mario Díaz-Cannel Bermúdez, para constatar con sus propios ojos los desastres provocados por el huracán y ofrecer su apoyo.
Estuvo allí desde el primer momento, como nos enseñó nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, junto a su pueblo. Varias son las campañas que se orquestan alrededor de la angustia para muchos en Pinar. Lo que sí está bien claro es que nuestro pueblo no se deja engañar. Saben que la Revolución está allí, junto a ellos, ayudando a reconstruir lo que una situación natural destrozó.
Cuba no debe a nadie, sus hijos nos debemos a ella. Estamos seguros que una vez más viviremos y venceremos, sin prisa, pero sin pausas.