Los niños son nuestra razón de vivir y crear. Martí escribió para ellos diversas obras. Sin dudas, La edad de oro es la más leída y preferida por muchos. Enseña con sabiduría y cultura a ser buenos seres humanos, sobre todo con bondad, honestidad, respeto.
A veces pasamos por alto esta manera sencilla y sin costo alguno de educar a los que saben querer. Cuánta falta hace reflexionar un instante en lo necesario de formar valores para los niños de casa, los que en el mañana serán el futuro del país.
No olvidemos nuestra historia, lo que casi todo un pueblo estuvo dispuesto a enfrentar por un solo niño, las veces que nuestra unidad reclamó su regreso.
Hoy tal vez recuerden las veces que en aquellas tribunas a lo largo y ancho del país se cantaron estrofas como esta: “Y como un príncipe enano, tengo un presente seguro, aprieten fuerte las manos y a conquistar el futuro»
Por los que saben querer, sembramos cada día una Cuba de paz y amor. Por ellos, que ayer fuimos nosotros mismos, vamos con todo.
