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Órganos de la Seguridad del Estado: abnegación y continuidad

Cuba desde el triunfo revolucionario enfrentó la política agresiva del imperio estadounidense, tendencia reconocida por el presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, quien en sus memorias publicadas en 1966 escribió: “En cuestión de semanas, después que Castro entrara en La Habana, nosotros, en el gobierno, comenzamos a examinar las medidas que podían ser efectivas para reprimir a Castro”.

Tales disposiciones fueron aplicadas desde entonces e incluyeron, en primer orden, planes e intentos de asesinato al Comandante en Jefe Fidel Castro y a su hermano Raúl, así como de otros altos dirigentes. También abarcaron la invasión mercenaria por Playa Girón, el bloqueo económico, comercial y financiero, las operaciones de aislamiento diplomático en la arena internacional, de espionaje, terrorismo, alzamientos y campañas de subversión de todo tipo.

Al recordar esas difíciles circunstancias, Fidel en su intervención por el vigésimo aniversario del Ministerio del Interior (Minint) expresó: “Creo que fue Lenin quien dijo que una revolución valía tanto cuanto fuera capaz de defenderse. Y así surgió la demanda, el clamor de armar a nuestros obreros, nuestros campesinos, nuestros estudiantes, nuestros trabajadores (….) se le demostró con ello al imperialismo que estábamos dispuestos a luchar y que esta era una revolución de pueblo; porque solo una revolución de pueblo puede armar al pueblo”.

Bajo su dirección el 26 de marzo de 1959 quedó fundado el Departamento de Investigaciones del Ejército Rebelde (Dier), principal institución de enfrentamiento a las acciones enemigas hasta entonces, que unió a la Inteligencia de la Marina y de la Policía Nacional Revolucionaria para dar paso a los Órganos de la Seguridad del Estado (OSE), que arriban ahora a su aniversario 64.

La nueva organización nació con los mínimos trámites formales, sin acto público ni reporte de prensa en un local del antiguo campamento militar de Columbia, con la presencia de un grupo de jóvenes oficiales del Ejército Rebelde deseosos de cumplir urgentes tareas para la seguridad de la Isla.

Otro principio que previó Fidel fue la unidad que tendrían los Órganos de la Seguridad del Estado con el pueblo, como principal aliado en su tarea, lo cual se consolidó el 28 de septiembre de 1960 con la creación de los Comités de Defensa de la Revolución, lo cual hizo imposible que los agentes enemigos actuaran con impunidad en campos y ciudades al estar bajo el ojo vigilante de la población.

El Líder Histórico de la Revolución concibió que los OSE tendrían que nutrirse de los más fieles y valientes hombres procedentes del Ejército Rebelde, de las organizaciones insurreccionales que comprendieran el proceso de radicalización del proyecto social cubano y no se amilanaran ante las inminentes agresiones del gobierno estadounidense.

Y la selección no pudo ser mejor. Desde esa etapa fundacional tuvieron una participación muy importante los Comandantes Ramiro Valdés Menéndez, Abelardo Colomé Ibarra, Manuel Piñeiro Losada y los capitanes Joaquín Méndez Cominches, los futuros combatientes de la guerrilla de Bolivia Eliseo Reyes Rodríguez (Capitán San Luis), José María Martínez Tamayo (Papi), Orlando Pantoja Tamayo (Olo) y el primer teniente Enio Leyva Fuentes, la mayoría de los cuales no sobrepasaban la tercera década de vida.

Muchos cayeron en lucha desigual en las filas del enemigo, como el agente de la seguridad y Comandante del Directorio Revolucionario 13 de Marzo Tony Santiago, quien en 1961 cuando se dirigía a Miami en una embarcación para continuar su labor de penetración, fue interceptada la nave por un lancha de la CIA que la ametralló hasta hundirla, mientras él desde el agua ripostó con su pistola a los mercenarios y gritó: ¡Patria o Muerte! hasta quedar fulminado por los disparos, según confesaron sus asesinos años después.

Ejemplo también de resistencia fue Alberto Delgado Delgado, el hombre de Maisinicú, un campesino analfabeto quien se incorporó al Ejército Rebelde en 1958, pero que en 1961 al intentar captarlo la contrarrevolución se convirtió en un agente secreto que se infiltró en las bandas de alzados hasta que resultó asesinado en 1964, sin que bajo salvajes torturas delatara su condición de revolucionario.

Constituyen otra muestra de abnegación y continuidad de lo realizado por aquellos que cayeron en la lucha los Cinco Héroes, quienes cumplieron condenas en las cárceles estadounidenses por defender a nuestro pueblo, sin claudicar en sus principios, de las acciones criminales de la mafia cubano americana.

En los nuevos escenarios, de conjunto con los métodos tradicionales de bloqueo y acciones violentas, el imperio renueva sus métodos subversivos con el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones en las redes sociales, bajo las falsas esperanzas de dividir a la población y provocar el desaliento explotando las dificultades y carencias.

Este aniversario 64 de los Órganos de la Seguridad del Estado tiene una doble significación al coincidir con las elecciones de diputados al Parlamento este domingo 26 de marzo, jornada en la cual el pueblo votará por sus representantes en la X Legislatura del Poder Popular, en una Patria independiente por la que sacrificaron hasta sus vidas combatientes que contribuyeron a frustrar los sueños de más de 10 presidentes estadounidenses y de sus lacayos de restaurar la neocolonia en la Isla. (Jorge Wejebe Cobo, ACN).

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