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No es un arrebato de honradez, es una maniobra más del imperialismo

Algunas de las declaraciones dadas en estos días por figuras con cargos importantes dentro de la actual administración norteamericana que aparentan sugerir contradicciones o posiciones diferentes sobre un mismo tema entre ellos no responden a esas condicionantes, en realidad esa es la visión que desean crear para ocultar el o los verdaderos objetivos que tienen esos shows mediáticos.

Recientemente Elon Musk, jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental de EE.UU., calificó a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) como: «Una organización criminal» y «una bola de gusanos».

Argumentaba Musk que la USAID había financiado la construcción de armas biológicas, dentro de las que incluyó la Covid 19, ampliando que también efectuó pagos a medios de comunicación para que difundieran propaganda (no especificó a favor de quien) utilizando como pretexto el combatir la desinformación. Por todo esto anunció su inminente cierre.

Por su parte el Secretario de Estado de la nación norteña, el tristemente célebre Marco Rubio, según Fox New acusó a dicha agencia de insubordinarse por lo que no tuvieron más remedio que ponerla bajo control, aunque se negó a comentar sobre si debía cerrarse argumentando que el objetivo siempre había sido reformarla.

Trump, como principal actor del show mediático, no podía dejar de dar su opinión. Según el diario The Guardian el magnate habría dicho: la USAID está dirigida por un grupo de lunáticos radicales a los que hay que despedir. Algunos medios le atribuyen el coincidir con la idea de Elon Musk de cerrarla, afirmación secundada por el mismo Musk, mientras otros dicen se inclina por reformarla.

En este contexto Fox New publica una declaración de la Asociación Americana del Servicio Exterior (AFSA), representante de los trabajadores de ese sector, en la cual estos se oponen a las medidas de la administración Trump en relación con la USAID por considerar que su desmantelamiento socavará la seguridad nacional de Estados Unidos, puede subvertir la autoridad del Congreso y demuestra una falta de respeto por la dedicación de los profesionales del desarrollo que sirven a los intereses de Estados Unidos en el extranjero.

La gran prensa estadunidense, sus aliados mediáticos del viejo continente y sus replicantes de la Florida hacen su papel de armar toda una algazara y echarle, como se dice vulgarmente, sal en los ojos a la opinión pública estadunidense y mundial para no dejarle ver lo que esconden tras bambalinas con lo que pretenden hacer.

Construyen posverdades, resaltando el papel de la Agencia en la ayuda a otros países que dependen de esta y el impacto negativo que tendrá sobre sus poblaciones un eventual cierre de la misma. Pero deliberadamente omiten mencionar que esta “ayuda” está condicionada a que los gobiernos de esas naciones respondan o no dañen los intereses de Washington, lo cual la convierte en un elemento de presión y en un instrumento de dominación e injerencia.

Lee también: Cierre de la USAID: Cambiar lo suficiente para que nada cambie

No faltan en sus publicaciones las reacciones de diferentes actores políticos del establishment e internacionales, los primeros se dividen y los segundos en su inmensa mayoría están en contra de desaparecerla. En fin, el mar.

Lógicamente que debe existir un sustento argumental que justifique lo que pretenden hacer y ese se lo brinda la política del nuevo inquilino de la Casa Blanca, centrada en supuestamente reducir o suprimir gastos innecesarios y poner control sobre los mismos. La cual es mencionada de diferentes maneras y forma reiterada por los miembros del equipo de gobierno del magnate en sus declaraciones, sobre todo de los involucrados en su nuevo culebrón mediático.

Puede ese factor tener cierta influencia en lo que ahora está ocurriendo con la USAID; pero lo principal, lo que no nos dicen, es que su papel injerencista; responsabilidad en el derrocamiento de gobiernos de izquierda, participación en operaciones encubiertas y programas subversivos para desestabilizar países, etc., todo ello orientado o con la anuencia del gobierno norteamericano de turno, son elementos que se encuentran demasiado expuestos y los obligan, no a lavarle la cara, sino a cambiársela. Esa es la más fuerte y verdadera razón de lo que pretenden hacer.

Marco Rubio se lo confiesa sin pretenderlo a Fox New, lo cito: «Hay cosas que hacemos a través de USAID que deberíamos seguir haciendo, que tienen sentido, y tendremos que decidir, ¿es mejor a través del Departamento de Estado o es mejor a través de algo, ya sabes, una USAID reformada? Ese es el proceso en el que estamos trabajando».

A confesión de parte relevo de pruebas.

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