Los Cinco Héroes: una labor necesaria y un juicio amañado
Mañana se cumplirán 23 años del injusto final del juicio en Estados Unidos contra los cinco héroes cubanos. Este litigio ha sido calificado de amañado y parcial, se han demostrado irregularidades ocurridas durante el mismo, así como la falsedad de algunos cargos y el papel que tuvo en la sentencia la localidad donde se llevó a cabo, Miami.
¿Quiénes son los Cinco Héroes Cubanos?
Se conocen como los Cinco Héroes o simplemente los Cinco a un grupo de agentes de la inteligencia cubana que estuvieron encubiertos entre 1990 y 1998 como parte de la Red Avispa en grupos terrorista anticubanos que operaban desde Miami. A pesar de que nunca actuaron en contra del gobierno de Estados Unidos, ni era parte de su misión, fueron acusados de conspiración y espionaje a la nación estadounidense.
Ellos son:
René González Sehwerert (Chicago, Estados Unidos, 1956): Fue traído a Cuba en 1961 por sus padres, quienes cooperaron con el Movimiento 26 de Julio desde Estados Unidos. Pasó el Servicio Militar de forma voluntaria, pues al ser extranjero no le era obligatorio, y en 1977 se unió a la misión internacionalista en Angola como jefe del claustro de profesores. En 1982 se graduó como piloto y a finales de 1990 parte a Estados Unidos a través del supuesto robo de una avioneta.
Ramón Labañino Salazar (La Habana, Cuba, 1963): Se graduó con título de oro en la Universidad de La Habana como económico. Durante su etapa universitaria se destacó en actividades deportivas.
Gerardo Hernández Nordelo (La Habana, Cuba, 1965): Graduado en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” en 1988. En 1989 cumplió misión internacionalista en Angola como soldado de una brigada de tanques.
Fernando González LLort (La Habana, Cuba, 1963): Egresado del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” en 1987. Recién graduado parte a la República Popular de Angola como parte de una misión internacionalista que concluyó en 1989 y por la cual fue condecorado.
Antonio Guerrero Rodríguez (Miami, Florida, 1958): Fue traído a Cuba por sus padres a los pocos meses del triunfo de la Revolución. Destacó como estudiante y estuvo vinculado a varias organizaciones políticas estudiantiles. En 1983 se graduó con título de oro en Ingeniería en Construcción de Aeródromos en la URSS. Es poeta.
Los cinco recibieron el título honorífico de Héroe de la República de Cuba el 29 de diciembre de 2001.
¿En qué consistía la labor de los Cinco Héroes y por qué era necesaria?
Los Cinco Héroes fueron destinados a Estados Unidos con el fin de que se infiltraran y observaran a los grupos terroristas anticubanos Alpha 66, los Comandos F4, la Fundación Nacional Cubano Americana y Hermanos al Rescate. Su trabajo consistía en investigar a los grupos de contrarrevolucionarios en la Florida, no al gobierno de Estados Unidos, como más tarde se les acusó.
La razón por la que fueron enviados a esa localidad en específico fue el número de actos de terrorismo contra Cuba que procedía de dicha localidad, así como varios atentados terroristas en La Habana organizados por el terrorista anticomunista Luis Posada Carriles.
Todo con una única finalidad: Prevenir los ataques de estos grupos contra Cuba.
Sobre esto, los Cinco escribieron en un Mensaje al pueblo de Estados Unidos enviado el 17 de junio de 2001, que esos grupos tenían el interés de «mantener actualizada la historia de invasiones, sabotajes, agresiones biológicas u otras similares. Luchan por crear situaciones que provoquen graves incidentes para nuestros pueblos. Como resultado de estas agresiones en nuestro país, entre los años 1959 y 1999, se provocaron 3 478 muertos y 2 099 incapacitados, así como un elevado costo material».
Gracias a una gestión de Gabriel García Márquez, fue posible una reunión entre el FBI estadounidense y las autoridades de la Seguridad del Estado de Cuba durante los días 16 y 17 de junio de 1998. En el encuentro ocurrió un intercambio de información donde la parte cubana entregó 230 páginas sobre las actividades terroristas contra Cuba, cinco videocasetes con conversaciones e informaciones transmitidas por las cadenas de televisión sobre acciones terroristas contra Cuba y ocho casetes de audio de aproximadamente 2 horas y 40 minutos, sobre conversaciones telefónicas de terroristas centroamericanos con sus mentores en el exterior.
El FBI dijo estar sorprendido por la cantidad de información recopilada y aseguró actuar en consecuencia. A diferencia de lo que uno podría pensar, la respuesta no fue tomar acciones contra los terroristas, en cambio, hicieron su propia investigación para saber de dónde habían salido las evidencias que tenían los cubanos y apresaron a diez miembros de la Red Avispa.
Fueron llevados al Cuartel General del FBI en Miami, donde mediante presiones, promesas y chantajes los instaron a traicionar a su gobierno y compañeros y a colaborar con la investigación. En el caso de René González, lo chantajearon con deportar a su esposa, Olga Salanueva, si él o ella no colaboraba. El matrimonio se negó al trato y, tras pasar tres meses en una prisión de inmigración, Olga fue deportada a Cuba. Allí se reunió con sus dos hijas.
De los diez detenidos, solo los Cinco se negaron a traicionar a su país.
En el Mensaje al Pueblo de Estados Unidos se declaran inocentes de ser terroristas y aseguran no arrepentirse de lo que han hecho para proteger a su país. “Nuestras familias comprenden el alcance de las ideas que nos han guiado y sentirán orgullo por esta entrega a la humanidad en la lucha contra el terrorismo y por la independencia de Cuba”, concluyen.
El juicio de los Cinco
No en vano se ha tildado de injusto e imparcial el proceso penal contra los Cinco. No solo se les negó la fianza durante los 33 meses que transcurrieron desde el juicio, además pasaron 17 meses, en celdas de confinamiento solitario utilizadas para castigar a los prisioneros culpables de agresión y otras conductas violentas tras haber sido sentenciados.
Durante el juicio se violó la Sexta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, la cual dicta que «en toda causa criminal, el acusado gozará de ser juzgado rápidamente y en público por un jurado imparcial», algo imposible de conseguir en un caso relacionado con Cuba en Miami.
A través de la prensa local de Miami se hizo una propaganda incesante de calumnias en contra de los cinco acusados, las organizaciones anticubanas y anticomunistas, así como las figuras políticas de la comunidad cubanoamericana, aprovecharon toda su influencia para conseguir que fueran declarados culpables. En contraste, en el resto del país casi no se hablaba del caso.
Más adelante, en la primera década del 2000, se descubrió que la campaña de propaganda en Miami fue promovida por el gobierno estadounidense, quién pagó a los periodistas.
En su juicio, la parte acusadora presentó pruebas de infiltración en instalaciones militares de EE.UU. (Key West Naval Air Station), e intentos de penetración en las instalaciones en Miami del US Southern Command. Según las pruebas presentadas, los agentes infiltrados en la base enviaron al gobierno cubano informes detallados sobre el movimiento de aviones y personal militar, y descripciones de las instalaciones. Estas pruebas fueron clasificadas secretas, según la Ley de Procedimientos de Información Clasificada de EE. UU. Irónicamente, muchas de las «pruebas secretas» eran propiedad de los acusados, entre ellas fotos familiares, cartas personales y recetas de cocina.
Amnistía Internacional declaró que «durante el juicio no se presentó ninguna prueba que demostrase que los acusados realmente hubieran manejado o transmitido información clasificada», describió como arbitrario el encarcelamiento de los Cinco y denunció el escaso acceso de los abogados de los acusados a la documentación y cómo esto afectó el derecho a la defensa.
Se presentaron 26 cargos por separado contra los Cinco, de los cuales 24 eran cargos relativamente menores y dos eran graves, pues cada uno de ellos implicaba la cadena perpetua: conspiración para cometer asesinato en primer grado y conspiración para cometer espionaje.
El único acusado del primero fue Gerardo Hernández, a quien acusaban de ser responsable de la voladura de dos avionetas de Hermanos al Rescate (las avionetas estaban en espacio aéreo cubano e ignoraron las advertencias del Estado cubano para que no lo hicieran). Gerardo no estaba para nada relacionado con el hecho y el cargo fue construido en una de las reuniones llevadas a cabo abiertamente entre el FBI, la fiscalía y los representantes de los grupos terroristas anticubanos. Casi a finales del juicio, la fiscalía solicitó estirar los cargos de conspiración para cometer asesinato alegando la falta de evidencia, pero el jurado y la jueza se negaron y Hernández Nordelo terminó siendo condenado por un delito del que no se le acusaba y del que no había pruebas.
El segundo cargo fue puesto contra Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero. Aunque varios expertos y autoridades, como los generales Charles Whilhem y Edward Atkinson, el almirante Eugene Carol y el coronel George Buckner, así como James Clapper, ex director de la Agencia de Inteligencia del Pentágono y testigo de la Fiscalía declararon que los acusados no pudieron cometer espionaje al o tener acceso a información clasificada, fueron declarados culpables por el jurado miamiense. Más adelante en la apelación en Atlanta, estos cargos fueron retirados.
La apelación llevada a la Corte de Apelaciones de Atlanta y el alcance internacional del caso de los Cinco tienen su propia historia que serán analizadas en otro momento.
¿Qué hacen los Cinco Héroes hoy?
René González fue el primero de los Cinco en ser puesto en libertad. El 7 de octubre de 2011 fue liberado de la cárcel de Marianna, aunque por una orden judicial debió permanecer en Estados Unidos bajo el régimen de libertad supervisada por tres años. En marzo de 2012 la jueza Joan Lenard, de la Corte del Distrito Sur de la Florida, autorizó como gesto humanitario y bajo determinadas condiciones que René González viajara a Cuba para visitar a su hermano, el cual se encontraba gravemente enfermo El 30 de marzo arribó a Cuba en visita privada y familiar. Con la condición de renunciar a su ciudadanía estadounidense, en mayo del 2013, la misma jueza le otorgó a René el permiso para permanecer de forma permanente en Cuba.
René González fue vicepresidente de la Sociedad Cultural José Martí y es presidente del Club de Aviación de Cuba y autor de los libros Escrito desde el banquillo y La verdad me nombra, este último en conjunto con Antonio Guerrero.
Fernando González fue liberado de la cárcel de Safford, Arizona, para ser deportado a Cuba el 27 de febrero de 2014, tras cumplir una condena de 17 años y 9 meses. Actualmente es el presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos y es diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández fueron liberados el 17 de diciembre del 2014 como parte de un intercambio de prisioneros con el Gobierno de Estados Unidos durante la gestión de Barack Obama.
Ramón Labañino es vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores (ANEC) y ha publicado los libros Gaviotas blancas, Poemas Diáfanos y más recientemente Hombre del Silencio. Diario de Prisión de Ramón Labañino Salazar.
Antonio Guerrero es el presidente de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC) y autor de varios libros como Nunca habrá soledad para ti y Ajedrez hacia la luz.
Gerardo Hernández Nordelo es el Coordinador Nacional de los Comités e Defensa de la Revolución y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Está claro que hablar del pasado no va a devolverle a ninguno de ellos los más de diez años que pasaron en prisión, pero hay cosas que no deben ser olvidadas y lo que ellos hicieron por Cuba es una de ellas. Su entrega y sacrificio marcaron la vida de generaciones de cubanos, y quedarán por siempre en el corazón de nuestro pueblo.