Estados Unidos y el terrorismo contra Cuba
Cuba ha estado en la lista de estados patrocinadores del terrorismo desde 1982, con una pausa entre 2015 y 2021, lo cuál es irónico si tomamos en cuenta que desde 1960 es un país que ha sufrido con creces los ataques terroristas. Aunque claro, ¿qué se puede esperar de una lista hecha por el mismo gobierno que ha patrocinado y protegido a los terroristas que atacan a Cuba?
Hoy les traigo cinco de las veces en que Estados Unidos estuvo detrás de los actos terroristas contra Cuba o protegió a quienes lo hicieron, esta vez visto desde los daños a las víctimas humanas.
Bombardeos aéreos a ingenios cubanos
Si bien estos ataques que se llevaron a cabo entre 1961 y 1965 estaban dirigidos a afectar la principal rama de la economía cubana, también tenían el objetivo de causar pánico en los pobladores de la zona. ¿Y cómo no asustarte si cuando te despiertas ves una bomba en el patio de tu casa que de milagro no explotó, como le sucedió a Domingo Baños?
Pero no todo el mundo se quedó solo con el susto o perdió solo su casa como quienes vivían cerca de los ingenios. Cuatro campesinos: Eduardo Harga, José María Soa, Rogelio Pena Simón y Santiago González Linares murieron carbonizados al quedar atrapados por las llamas mientras intentaban apagar el incendio provocado en el cañaveral del central Venezuela.
Ni siquiera dentro de casa se estaba seguro, pues Fabric Aguilar Noriega estaba en su cuarto cuando una bomba estalló y lo mató en el acto e hirió a tres de sus hijos.
Por si alguien se lo pregunta, todos los aviones y avionetas responsables de los bombardeos provenían de Estados Unidos y aunque Orlando Bosch en más de una ocasión se atribuyó las acciones e incluso fue atrapado intentando introducir armas a Cuba, no fue apresado.
Ataque a embarcaciones pesqueras y secuestro de pescadores
Estas agresiones se tratan de una serie de hechos ocurridos entre1962 y 1973 que seguían un patrón similar. Las embarcaciones pesqueras eran atacadas por lanchas piratas proveniente de La Florida con ametralladoras, hundidas y los pescadores eran abandonados a su suerte en balsas o islas desiertas.
Durante el ametrallamiento siempre había tripulantes que resultaban heridos o fallecidos, otros desaparecían en el mar y los que eran abandonados o secuestrados pasaban días sin comida y agua.
Es importante aclarar que las embarcaciones pesqueras estaban desarmadas y en la mayoría de los casos, dado que casi todos los ataques ocurrían durante la madrugada, los pescadores estaban dormidos. Incluso, el 10 de octubre de 1972, los piratas ya habían tomado los pesqueros Aguja y Plataforma 4 y aunque sus tripulantes aun dormían, decidieron cortar la garganta del pescador Amado Jiménez.
Hubo un mínimo de 4 muertos, 6 heridos y 51 pescadores secuestrados que fueron abandonados en el mar o islas desiertas. Nuevamente, aunque los culpables presumían ante la prensa estadounidense de sus acciones, no fueron apresados.
Explosión de un avión de Cubana de Aviación en Barbados
Es, probablemente, el hecho más conocido de los que conforman esta lista. También es uno de los más crueles.
A las 12:15 del 6 de octubre de 1976 despegó el avión del aeropuerto Seawell de Barbados. A la 12:23 ocurrió la primera explosión, menos de un minuto después ocurrió la segunda. Cinco minutos después, el avión yacía hundido en el mar con sus 73 pasajeros. No hubo sobrevivientes.
Hernán Ricardo Lozano y Freddy Lugo, los autores materiales del hecho fueron apresados y juzgados por el crimen. En sus declaraciones señalaron a Orlando Bosch y Luis Posada Carriles como los autores intelectuales. Incluso confesaron cuanto recibieron por colocar las bombas: 25 mil dólares, es decir, aproximadamente 342.5 dólares por cada vida que quitaron.
Aunque al testimonio de los acusados, se le sumaron otras evidencias pasaron 11 años para que tanto los autores materiales como intelectuales fueran apresados, pero Posada Carriles y Bosch no permanecieron allí mucho tiempo.
Posada Carriles huyó de prisión y varios años después consiguió entrar a EE. UU. de forma ilegal. Aunque Cuba y Venezuela solicitaron su extradición para que pagara por los crímenes cometidos contra ambas naciones, un juzgado estadounidense declaró que solo podría ser extraditado a cualquier país menos Cuba y Venezuela. Al final solamente fue juzgado por entrar de forma ilegal, absuelto de los cargos de terrorismo y puesto en libertad.
En el caso de Bosch, fue extraditado a EE. UU. donde fue puesto en libertad solo nueve meses después.
Ambos terroristas murieron libres, sin pagar por sus crímenes y recibieron el trato de héroes.
Sabotaje al vapor francés La Coubre
El 4 de marzo de 1960 estalló en el muelle de la Bahía de La Habana el vapor La Coubre, que venía cargado con armamentos que Cuba había comprado a Bélgica.
Tras la primera explosión se organizaron equipos para ayudar a los heridos. 30 minutos después, cuando cientos de personas estaban socorriendo a los lesionados, ocurrió la segunda explosión, con un mayor número de víctimas.
Hubo un total de 101 muertes y más de 200 heridos.
Cuando el gobierno cubano acusó a Estados Unidos, esté negó los cargos y culpó a Cuba de un error en las medidas de seguridad, aunque ya se había hecho la prueba de lanzar cajas iguales a las que transportaba el vapor desde aviones que volaran a la misma y hasta a más altura que desde la que se transportaban. Ninguna explotó, por lo que la posibilidad de no uno, si no dos accidentes era nula.
Más adelante se comprobó que la CIA había comenzado a hacer sabotajes en Cuba para aquella época.
El dengue hemorrágico
De las 158 víctimas fatales, 101 eran niños.
Los tres primeros casos aparecieron en zonas distantes entre sí y no había rastro de contacto entre los pacientes, por lo que no era posible que uno hubiese contagiado al otro. La duración de la enfermedad oscilaba entre tres y siete días, pero casi ningún niño sobrevivía al quinto día.
El tercer día de la fiebre era el de los sangramientos en la piel, boca y nariz, y los signos de alarma: dolor abdominal, vómitos frecuentes, irritabilidad o somnolencia. En el cuarto día, poco después de la caída de la fiebre venía el choque y en muchos casos le seguían sangramientos mayores. El quinto día era el de la muerte.
Aún en medio de esta situación, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos se negó a vender a Cuba los insecticidas que podían combatir al agente transmisor de la enfermedad, por lo que se tardó más en conseguirlo mediante terceros países.
Este es uno de los pocos casos en que el culpable fue condenado por terrorismo en EE. UU. , pero no crean que lo hicieron por sus actos contra Cuba. No, la razón por la que Eduardo Arocena fue condenado a dos cadenas perpetuas es que más de 30 de sus actos terroristas tuvieron lugar en calles estadounidenses.
Y aún así no cumplió su condena completa, pues fue puesto en libertad en el 2021 como una “liberación piadosa” para que tuviera una vejez digna y muriera en paz. No puedo evitar pensar que quien tomó la decisión olvidó a esos 101 niños que no tuvieron una muerte tranquila y a quienes Arocena les negó la oportunidad de llegar al menos a la adultez.
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