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La Constitución no es una patente de corso: nunca podrán lanzar al pueblo contra sus propios hijos

La muerte de un ciudadano cubano, ocurrida durante un enfrentamiento con un policía que, intentaba detenerlo al sorprenderlo cometiendo un delito, en el municipio de Guanabacoa en La Habana, ha estado siendo objeto de manipulación por la contrarrevolución interna y los «nuevos revolucionarios», ambos posicionan versiones que se alejan de la realidad.

Los primeros, apátridas declarados, orientados, alentados, financiados y con apoyo mediático desde EE.UU., principalmente de los medios miamenses, reforzados por otros de la gran prensa norteamericana como el The Washington Post, habían anunciado “masivas protestas” en todo el país, argumentando infamemente que, se trataba de un asesinato.

Lo cierto como es conocido es que, el occiso agredió al oficial de la PNR ocasionándole lesiones de consideración y al defenderse este, haciendo uso de su arma de reglamento, le ocasionó involuntariamente la muerte.

Los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria, hijos humildes y sacrificados del pueblo, jamás han desaparecido, ni torturado, ni asesinado a ninguna persona. Protegen a los ciudadanos y sus propiedades, combaten el delito y garantizan el orden interior, lo sabe el pueblo cubano, por eso el cariño y la confianza que les demuestra y les tiene.

Nunca podrán lanzar al pueblo contra sus propios hijos. 

Ahora, frustrados por el fracaso que ha representado la ausencia total de “manifestantes” en sus imaginarias “protestas”, han elaborado las más burdas mentiras, entre ellas, la supuesta movilización de militares para confinar en sus casas o detener a miles de personas, supuestamente con el fin de impedirles participar en ellas.

Para su mayor escarnio la escudería mediática que los apoya y defiende, ha terminado contradiciéndose al publicar que solo fueron detenidos 29 de sus cabecillas. Son tantas las mentiras que divulgan que, se confunden y se desmienten sin darse cuenta. 

Diversos materiales divulgados en las redes sociales, muestran los momentos en que eran conducidos algunos de estos apátridas. En uno de ellos se puede apreciar la detención sin la utilización de violencia física del cabecilla contrarrevolucionario José Daniel Ferrer, el cual cínicamente vociferaba que estaba siendo golpeado.

Nada, cosas del guion de ficción que siguen los mercenarios por orientación de sus empleadores.

Por su parte, algunos “nuevos revolucionarios” impúdicamente ponen en duda las informaciones aportadas por el Ministerio del Interior sobre lo sucedido, y hacen pucheros por el fiasco contrarrevolucionario.

Invocan e interpretan la Constitución a capricho, léase manipulan, intentando utilizarla como una especie de patente de corso para exigir que se toleren estos tipos de actos provocativos.

Estas acciones son financiadas y organizadas desde EE.UU.

Nadie honesto puede poner en duda esta afirmación, puesto que, el propio gobierno norteamericano y sus mercenarios lo han reconocido públicamente. A confesión de partes, relevo de pruebas.

No obstante, como al parecer a algunos la memoria les falla, resulta bueno recordarles que, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, aprobó en junio de 2019, destinar $ 20 millones para la “promoción de la democracia” en Cuba y $ 12,973,000 para Radio y TV Martí.

Ese financiamiento de la subversión contra Cuba cubrirá el año fiscal 2020, que se extiende desde el 1 de octubre de 2019 hasta el 30 de septiembre de 2020.

Por su parte los lacayos han reconocido, en ocasiones a regañadientes, la “contribución” de su amo a su “causa”, entiéndase a la «causa común» de ambos. Esto ha ocurrido incluso ante las cámaras de la TV de Miami. El debate de Edmundo García con José Daniel Ferrer en el canal MegaTV de esa ciudad es un ejemplo de ello.

Vea también Crónica de un fracaso anunciado: el escenario que desean jamás lo tendrán

Ninguno de estos apátridas   es opositor político del gobierno cubano.

Todos son mercenarios que, por su ausencia de valores patrios, su falta de dignidad y carencias morales de todo tipo, se prestan por una mísera paga, a servir a los viles propósitos yanquis de intentar enlodar y destruir la obra revolucionaria.

Los “nuevos revolucionarios” erigidos en “constitucionalistas” deben recordar que, la Carta Magna en su ARTÍCULO 4. establece:

«…El sistema socialista que refrenda esta Constitución, es irrevocable. Los ciudadanos tienen el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Constitución».

Y ese es el declarado objetivo que persiguen patrón y lacayos.

Luego entonces los que violan la Constitución son los que pretenden cambiar lo que no debe ser cambiado, los que van contra lo que establece la Carta Magna, los que sueñan con destruir la Revolución.

La Constitución no es una patente de corso.

Que pobre e indigno papel hacen los que olvidan la historia de agresiones a la patria por el imperialismo, los que se hacen los ciegos para no ver las irrefutables pruebas que demuestran el mercenarismo de los que defienden y tratan de convertir en “opositores”, haciéndole el juego al principal enemigo de la tierra donde nacieron, los que tratan de arrojar lodo sobre nuestra policía de limpia trayectoria. ¡Que malos cubanos son!

Para todos ellos estas palabras de Fidel, pronunciadas en su discurso conocido como Palabras a los intelectuales, “…la Revolución tiene también sus derechos; y el primer derecho de la Revolución es el derecho a existir.  Y frente al derecho de la Revolución de ser y de existir, nadie.

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