¡Hasta la victoria siempre!

De luto amanece Holguín.
Jamás un 20 de enero ha sido tan triste para este pueblo como el que hoy vivimos. Darle el último adiós a trece hijos de la Patria es por mucho, de los momentos más difíciles escritos por este pedazo de tierra cubana, madre de hombres dignos y consagrados.
¿Cómo se puede despedir a quiénes derrocharon valor y consagración? Con honor, gratitud y gloria, la misma que cabe en un grano de maíz.
El siniestro en la obra del MINFAR que almacenaba material de guerra en Melones, localidad del municipio holguinero Rafael Freyre; dejó consternados a todos en la Isla y fuera de ella, moviendo una estela de dolor y pérdida irreparable. Así lo sentimos, así lo ha vivido Cuba tras largas jornadas.

Sobradas muestras de acompañamiento se han extendido más allá del escenario digital y a cada uno de estos jóvenes los hemos sentido parte de la familia. La fibra del cubano lleva en lo más intrínseco de sus genes la fortaleza y la empatía, haciéndonos posible sobrepasar cada barda, aunque la angustia asfixie y la tristeza se arraigue.
Ante la angustia sólo podemos ofrecer acompañamiento y calor humano. El espíritu de sanación de un pueblo que le rinde homenaje a los suyos y los despide con un adiós, se extiende como un manto sobre la Patria y nos cobija.
En duelo oficial decretado por el Presidente de la República despierta esta Isla rebelde y fue la Plaza de la Revolución Mayor General Calixto García quien nos reunió en este último adiós a los valientes hermanos caídos en el cumplimiento del deber.


No hay espacios para los comentarios absurdos de los cañoneros del odio que devienen en influenciadores en el espacio digital de lo nocivo y lo vulgar. Este pueblo, en nombre de toda Cuba, está demasiado ocupado llorando a sus combatientes y canalizando fuerzas para erguirse ante la crueldad del destino.
Hombres y mujeres con la dignidad de acero templado, se dieron cita junto a Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente de la República de Cuba; Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro, Joel Queipo Ruiz, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba en Holguín, así como jefes y oficiales de las gloriosas filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Como flagrante muestra de respeto a los hijos de la Patria, se hizo efectiva una guardia de honor con las ofrendas florales dedicadas por el General de Ejército Raúl Castro Ruz.
Este día, la enseña nacional se iza a media asta y no flama en su mástil como de costumbre, hoy se erige invicta cargando el dolor de los trece valientes que ya no están.
Nadie está sólo si hay Patria, esa es nuestra máxima.
Para los que no les dio tiempo despedirse va nuestro abrazo al cielo y a sus familias, todas las fuerzas para resistir y vencer las estocadas de la vida.
Héroes, hijos de Cuba:
Hasta la victoria, siempre.