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Estados Unidos y su apoyo a las masacres en Palestina

Estados Unidos, auto proclamado “paladín” de los derechos humanos en el mundo, es el principal apoyo de las masacres que lleva a cabo el estado de Israel contra la población civil palestina desde 1967, cuando invadió su territorio para robarle el espacio obtenido posterior al reparto ejecutado por la naciente Organización de las Naciones Unidas, del territorio abandonado por Gran Bretaña.

La ONU lo distribuyó en dos Estados, uno judío y otro árabe, de extensión aproximadamente similar, según resolución 181 (II) de la Asamblea General en 1947.

Pero en 1967 Israel lanzó un ataque contra Egipto, Siria y Jordania; lo que se conoce como la Guerra de los Seis Días, donde se apropió de Cisjordania, Gaza, los Altos del Golán, la península del Sinaí,  y se anexó a Jerusalén Este (incluida la Ciudad Vieja). Tras los acuerdos de Camp David en el verano de 2005, devolvió el Sinaí a Egipto y se retiró unilateralmente de la Franja de Gaza, pero en violación de las normas internacionales, construyó colonias judías y se robó una buena parte de las tierras palestinas, sin acatar las decisiones del Tribunal Internacional de La Haya.

Con el apoyo total de Estados Unidos, Israel se niega a la existencia de un estado palestino y continúa usurándole territorio, masacra a su población civil y estableció una cárcel virtual donde tiene cercados a los palestinos, sin respetar las decenas de resoluciones aprobadas por la Asamblea General de la ONU.

Ahora tras un sorpresivo ataque del grupo Hamas, sospechosamente sin ser detectado antes por su efectivo servicio de inteligencia, Israel respondió de forma desmesurada y bombardea sin cesar la franja de Gaza, bajo la amenaza de arrasar con todo y exhorta a la población a que abandone la zona.

Desde el 7 de octubre 2023 los muertos en Gaza, ocasionados por las bombas lanzadas por la aviación y la artillería israelí, suman 3,478 personas, principalmente niños y mujeres, incluso lo hizo despiadadamente contra el hospital anglicano de Al-Ahli, en Gaza, hecho que ha causado el rechazo e indignación mundial, por lo que Washington no tuvo otra alternativa que plantear su desacuerdo con ese acto, pero para intentar quitarse la responsabilidad de ese crimen de lesa humanidad, Benjamín Netanyahu, en una hipócrita y manipulada declaración expresó el 17 de septiembre 2023:

“Ayer vimos el coste de este terrible crimen de guerra, cuando un cohete disparado por terroristas palestinos erró el tiro y cayó sobre un hospital palestino”. “El mundo entero se indignó con razón, pero esta indignación no debería dirigirse contra Israel, sino contra esos terroristas. Israel hará todo lo posible para mantener a los civiles fuera de peligro”.

Quieren tergiversar la verdad y hacerle creer al mundo que Israel es inocente. Farsantes que pretenden borrar los asesinatos cometidos contra civiles palestinos indefensos desde 1967, para lo cual ya Estados Unidos inició una campaña mediática con sus poderosos medios de comunicación.

Sin la menor vergüenza el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró: “Quiero que sepan que Israel no está solo, seguiremos respaldando a Israel mientras trabaja para defender a su pueblo”.

Para demostrarlo viajó de inmediato a Tel Aviv el 18 de septiembre del 2023, algo que no hizo ante los descarrilamientos de trenes en su país, ni por los desastres sufridos en Hawái, estado que pertenece a los Estados Unidos.

Biden, en su reunión con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, reiteró:

Quiero que sepan que no están solos, como enfaticé anteriormente, seguiremos respaldándolos y continuaremos trabajando con ustedes y nuestros socios en toda la región, para evitar más tragedias de civiles inocentes”.

Y agregó:

“Hace 75 años, sus fundadores declararon que esta nación-Israel-, se fundaría sobre la libertad, la justicia y la paz. Estados Unidos está con ustedes en la defensa de esa libertad, la búsqueda de esa justicia y el apoyo a esa paz, hoy, mañana y siempre, lo prometemos”.

Hipocresía acostumbrada en la política exterior de Estados Unidos, algo que el pueblo cubano conoce perfectamente, por sufrir desde hace 64 años una despiadada guerra económica, comercial y financiera, que intenta matar de hambre y enfermedades a toda la nación.

El 16 de septiembre 2023, la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, en una entrevista con SkyNews, había declarado:

“Sin dudas, nuestra economía puede prestar ayuda financiera a Israel y a Ucrania simultáneamente, ya que está en buenas condiciones para seguir actuando en el extranjero, de acuerdo con sus intereses nacionales”. “Estados Unidos, puede permitirse estar con Israel y apoyar sus necesidades militares y también podemos, y debemos apoyar a Ucrania en su lucha contra Rusia”.

Estados Unidos enfrenta una fuerte crisis económica e incluso el gobierno estuvo a punto de cerrar en días pasados. Sin embargo, no deja de enviar millones de dólares a Ucrania ni de apoyar a Israel, aunque sus ciudadanos paguen las consecuencias de esa errada política.

Es conocido que una buena parte de los altos funcionarios del gobierno yanqui y poderosos magnates, son judíos, por eso tienen que darle todo el apoyo a Tel Aviv a pesar de sus crímenes, pues un por ciento del gran capital de Estados Unidos está en los bolsillos de judíos, quienes deciden realmente la política de ese país, además de ser Israel la punta de lanza en el medio oriente, para mantener el hegemonismo estadounidense en el mundo.

Un ejemplo de funcionarios de Estados Unidos que profesan la religión judía, son:

Anthony Blinken, secretario de Estado; Janet Yellen, secretaria del Tesoro; Wendy Sherman, subsecretaria de Estado; Merrick Garland, Fiscal General de Estados Unido; Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional; Ron Klain, asesor político y exjefe del equipo de la Casa Blanca; Avrit Haines, directora Nacional de Inteligencia; Vitoria Nuland, subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos del Departamento de Estado; Erick Lander, exdirector de la oficina para la política científica y tecnológica del gabinete de Biden y David S. Cohen, director de la CIA, entre otros más.

Biden no ha condenado los bombardeos a Gaza y Estados Unidos vetó el 18 de septiembre todas las propuestas presentadas en el Consejo de Seguridad de la ONU para un cese al fuego, incluso no escucha las peticiones del Papa Francisco, demostrando que no le interesa la paz, ni el respeto a la dignidad y la vida de palestinos e israelitas y sí el exterminio de los 2,2 millones de palestinos atrapados en Gaza.

Tengamos presente a José Martí cuando ante la ferocidad yanqui alertó:

“Los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas. Es la hora del recuento y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado como la plata en las raíces de los Andes”.

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