El tristemente célebre papel de odiar
El papel de una parte de cubanos residentes en el exterior, que desarrollan una permanente campaña de odio contra la tierra que los vio nacer, merecen un profundo análisis.
Similar comportamiento se pone de manifiesto con venezolanos, nicaragüenses y otros, donde en sus países de origen, han triunfado procesos revolucionarios.
Sobresale entre estos emigrantes su inconformidad con el sistema económico escogido por los pueblos, haciéndolo responsable de sus problemas. Los más reaccionarios encuentran guarida en La Florida, bajo la protección del gobierno de los EE.UU.
Esta potencia en su táctica de agresiones, ha formado fuerzas de ataque y ocupación, integrada por estos emigrados, a quienes echa a fajar en sus países de origen, mientras ellos se lavan manos, y asisten a la corrida de los toros, desde la barrera de protección. De esta forma, no pocas veces, presentan la agresión como un conflicto interno.
Basta con estudiar, en el caso de nuestro país, la agresión por Playa Girón en 1961. La hostilidad contra Cuba ha crecido, en la medida, en que no han podido lograr sus pretensiones.
Los sonados papelazos, lejos de darse por vencidos, han enfocado su accionar en atizar el odio, con una mezcla de envidia, sobre todo cuando la respuesta de los verdaderos cubanos ha sido de unidad y defensa de su Revolución.
No pocos sienten añoranza por su tierra, aunque no tengan el valor de reconocerlo y porque, han hecho tanto daño, que es imposible cambiar el rol de odiadores que asumieron.
La mayoría de sus convocatorias, llaman a subvertir el orden interno y a romper el bien más preciado del cubano, su tranquilidad y felicidad. El pueblo cubano, no obstante, a las dificultades y necesidades que padece, sabe que los derechos alcanzados de justicia, dignidad, decoro, soberanía e independencia real, no tienen precio. Y esto lo saben los gobiernos de turno en EEUU, como también saben del fracaso de esta criminal y genocida política hacia Cuba.
En este punto nos remitirnos a la mafia anticubana, residente en el país norteño. Han logrado tanto dinero a costa del negocio de agredir a Cuba, que lo han hecho su sustento de vida, por lo que están obligados a boicotear cualquier intento para modificar esa política. Ejemplo reciente se puso de manifiesto en una iniciativa para incrementar las exportaciones de alimentos, desde ese país, con mecanismos de pago más favorables hacia Cuba, el que fue obstaculizado.
Ante estas circunstancias y frente a un cercano enemigo que, no cesa en el empeño de destruirnos de cualquier manera, no queda otra alternativa que resistir y vencer, no sólo con la valentía y el arrojo, típico del cubano, sino con mayor entrega y dedicación, responsabilidad y laboriosidad, inteligencia y creatividad.