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El Socialismo no nos va a «caer del cielo». Su necesidad histórica implica un mandato: hay que construirlo

No por gusto la comprensión de la necesidad histórica del Socialismo surge de la dialéctica del principio del desarrollo de la humanidad basada en las leyes de la dialéctica materialista del cambio cualitativo de una Formación Económica y Social a otra y cuya particularidad fundamental, en el caso de la Revolución Social Socialista consiste en que está forja nuevas relaciones de producción basadas en la preeminencia de la propiedad social sobre los medios fundamentales de todo el pueblo: estatal y cooperativa.

Tal características fundamental presupone la necesidad de la Revolución Política una vez alcanzado el poder por vía electoral o resultado de una insurrección popular dirigida por un movimiento revolucionario de vanguardia, un frente unido de fuerzas de izquierda, etc con un programa de transformaciones democráticas, populares para beneficios de los intereses del pueblo y de toda la nación.

Este es el paso para la generación de un movimiento de transformaciones democráticas inclusivas y participativas de los trabajadores en torno a las nacionalizaciones de los principales recursos de cada país.

Esto genera, sin lugar a dudas dos reacciones políticas antagónicas: de una parte las Transnacionales del Imperialismo se oponen, a capa y espada, contra dicha transformación de la propiedad, aún cuando se realicen bajo indemnizaciones. Y de otra parte tenemos: la Burguesía nacional, sobre todo la mediana y la gran Burguesía reticente a cualquier modificación de la estructura de la propiedad.

De tales actitudes de resistencia se produce «una aguda lucha de clases» expresada en la contradicción siguiente: Quien vencerá a quien. Se frustrará la Revolución de las grandes masas del.pueblo hasta entonces oprimida pro las condiciones de explotación del Capital o surgirá una nueva sociedad basada en programas de desarrollo social y oportunidades para el crecimiento espiritual y cultural del país.

He aquí la esencia de los comportamientos políticos de las clases y los grupos sociales en la etapa de la transición de la Humanidad hacia el Socialismo, con grandes choques, con intervenciones militares, agresiones, bloqueo económico, guerra no convencional, uso de los medios diplomáticos y de la comunicación social incluida la Manipulación Mediática y la Guerra Cultural contra los pueblos que deciden un camino propio, antihegemónico, soberano y de construcción del socialismo.

Algunas personas piensan que se pueden hacer cambios profundos, que transformen la propiedad privada de los medios fundamentales de producción de la riquezas principales de un país, sin necesidad de acceder primero al Poder político.

Lo anterior no implica la no existencia histórica de la pequeña y parte de la mediana propiedad privada privada; y que ambas se mantengan por un.periodo de tiempo prolongado, en otros sectores productivos y de servicios, que se encadenen entre sí y con el sector estatal e impulsen los proyectos de desarrollo de su país. Y para ello se necesita una » sólida sombrilla jurídica» que sostenga la legalidad y el control por parte del pueblo y su representante: El Estado.

Pero la sociedad que emerge de la Revolución Socialista y comienza tales transformaciones no crece sin imperfecciones, aún a pesar que el Capitalismo le haya dado cierto crecimiento económico y no así justicia social pues ella arrastra consigo, de su vida reciente, todas «la taras del pasado» como escribiera Che Guevara.

Solo cuando la Nueva Sociedad, en construcción, Venza la enorme resistencia del pasado y las agresiones Imperialistas, pueda asentarse en sus propias bases económicas y direccionar su desarrollo hacia la prosperidad sostenible es que se podrá consolidar sus creaciones, educativas, culturales y la nueva personalidad del Hombre Nuevo sobre valores universales y los inherentes de una personalidad más integral, humana y solidaria. Así habremos llegado al Socialismo para bien de la Humanidad.

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