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Cuba está en el mejor momento de las relaciones con sus connacionales en el exterior

A 45 años del primer diálogo oficial del gobierno de la Mayor de las Antillas con la comunidad de cubanos radicada fuera del país, el Director General de Asuntos Consulares y Atención a Cubanos Residentes en el Exterior (Daccre), Ernesto Soberón Guzmán, ratificó el positivo estado de los nexos “en términos de desarrollo y diversificación”. Para dialogar sobre temas de interés mutuo se celebrará los días 18 y 19 de noviembre próximos la IV Conferencia La Nación y Emigración.

Las ediciones anteriores del evento, en 1994, 1995 y 2004, han resultado decisivas para la consolidación de las relaciones entre el país caribeño y su diáspora.

“En este aspecto, se aprobó en 2019 una nueva Constitución que permite que los cubanos tengan tantas ciudadanías como logren obtener; se adoptaron medidas y cambios a lo interno que facilitan la participación de los cubanos en la vida socioeconómica y cultural del país; se ha abierto un camino en término de participación en procesos de índole política, como los debates de la Constitución y el Código de las Familias, y existe la posibilidad, de acuerdo con la Ley Electoral, de que los que mantienen residencia en el territorio nacional puedan venir al país y votar en las elecciones”, declaró recientemente Soberón en una entrevista.

A finales de 2023 tendrá lugar la cita pospuesta en 2020, debido la llegada de la pandemia de Covid 19.

La política migratoria como paso de avance

Según el director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de la Habana, Antonio Aja, las regulaciones migratorias cubanas reflejan la voluntad de diálogo y normalización.

La política migratoria cubana ha evolucionado en correspondencia con factores domésticos e internacionales, sobre todo marcados por su relación con Estados Unidos. Según valora el investigador cubano Antonio Aja en su artículo Estados Unidos─Cuba. Migración y relaciones bilaterales, tres factores fundamentales modelan el vínculo de la Isla con su emigración después del triunfo revolucionario: el estado del conflicto bilateral con el vecino del Norte, la situación interna de la comunidad radicada en el exterior (CRE), y el clima sociopolítico interno.

En tal sentido, la Ley Migratoria de 2013 significó un paso de avance que favorecería el intercambio de los migrantes con su país de origen. Responde a elementos endógenos de la sociedad cubana y concuerda con el espíritu de otras políticas públicas en el país, sin restar importancia al impacto de la migración en las relaciones exteriores de Cuba, particularmente en el contexto regional.  Privilegia la migración circular o de retorno, en detrimento de la definitiva, a la vez que se adapta cada vez más a la realidad internacional.

El pasado 1 de julio también entraron en vigor tres nuevas medidas migratorio-consulares con el fin de diversificar y fortalecer los vínculos con este segmento poblacional. En palabras de Soberón Guzmán, luego de tales modificaciones, estamos “en un momento favorable para sentarnos a dialogar, debatir y proyectar el futuro de estos vínculos y propiciar mayor participación de los cubanos residentes en el exterior en la vida del país”.

Solidaridad con Cuba en situaciones de desastre

Los donativos incluían insumos médicos, dispositivos de protección contra la Covid 19 y alimentos. Foto: Sputnik.

La ayuda de residentes en el exterior durante eventos naturales y el enfrentamiento a la Covid 19 también reflejó el buen estado de los vínculos con la Patria y “el espíritu solidario que nos identifica como cubanos”.

Más de 135 donativos desde 40 países de todos los continentes llegaron a manos del pueblo cubano en el periodo de crisis epidemiológica. Además, con ayuda de la CRE regresaron a Cuba más de 5 700 cubanos varados en 56 países, por medio alrededor de 94 de vuelos chárter.

El respaldo internacional quedó patentado tras el paso del huracán Ian y el incendio a la Base de Supertanqueros en Matanzas, con las movilizaciones de apoyo y las donaciones a damnificados.

“Algunos proyectos se mantienen y visitan regularmente instituciones culturales, de educación y salud de la Isla y donaciones individuales de connacionales”, valoró el funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.

Apuesta por la colaboración económica

Entre las actividades habituales de FIHAV, la mayor bolsa comercial de Cuba, se encuentra la actualización de la cartera de oportunidades de inversión.

Según valora el Director General de Asuntos Consulares y Atención a Cubanos Residentes en el Exterior del MINREX, con el proceso de actualización del modelo económico, político y social de la Mayor de las Antillas ofrece nuevas oportunidades en el ámbito de los negocios y proyectos de desarrollo local.

Se han identificado diversas iniciativas de inversión extranjera provenientes de la CRE, para los cuales la prioridad otorgada por Cuba al desarrollo territorial ofrece renovadas perspectivas. Una muestra de desarrollo en este sentido será la participación del sector en la 39na edición de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2023), donde contarán por primera vez con un pabellón propio.

Espacios como este abren camino a una sinergia que beneficia a quienes residen con carácter temporal o permanente en el exterior, así como a los pobladores de la ínsula antillana.

La persecución por causa del bloqueo económico y financiero, “que no han cesado ni siquiera en la etapa crítica de la pandemia”, sigue siendo el principal obstáculo para el desarrollo, apuntó Soberón.

Ruta para un nuevo diálogo

La participación socioeconómica, la cultura y la difusión de la realidad cubana en el entorno comunicacional serán solo algunos de los diversos temas que alimentarán el intercambio en la cita de noviembre de este año. No existen “temas tabúes en el diálogo entre Cuba y sus nacionales en el exterior ─apuntó el diplomático cubano─­­, siempre que el intercambio se realice sobre la base de la defensa de la soberanía y la independencia de Cuba”.

Otros asuntos de interés constituirán el acercamiento de los jóvenes descendientes de cubanos “al país de sus padres y sus antepasados” y el debate en torno a las experiencias que permean la relación de la diáspora con su país de origen, “en un intercambio que nos permita sentarnos a dialogar y escuchar opiniones al respecto de forma directa, en el sentido de cómo materializar una acción u otra de la manera más efectiva posible”.

Además de la cuota presencial de participantes, durante la próxima edición de la Conferencia La Nación y Emigración se podrá hacer un uso más amplio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones para divulgar los resultados del evento, lo que favorecerá la participación a desde diversos rincones del globo. Tanto por parte de integrantes de la CRE como del pueblo cubano residente en la Isla existen grandes expectativas acerca del programa que, en palabras del Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, está llamado a convertirse en un “espacio propicio para debatir y trabajar juntos por la independencia, la libertad plena y el bienestar de la patria”.

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