¿Cómo se aplica la guerra no convencional contra Cuba hoy?

Imagínese que existiera un manual para derrocar al gobierno de un país. Hablamos de un texto que, por pasos, marque pautas para la destruir del orden de una nación, provocar el caos y la violencia. ¿Su fin? Moldear esa realidad a imagen y semejanza de las “democracias” occidentales marcadas a fuego por el imperialismo.
De hecho, existe un libro escrito con estos fines. Lleva por título De la Dictadura de la Democracia: Un Sistema Conceptual para la Liberación. Paradójicamente, siempre ha operado contra gobiernos legítimamente electos, opuestos en algún aspecto a los intereses de Washington. ¿Coincidencia? No lo creo.
El autor del texto aclamado mundialmente por los profetas de la derecha es el politólogo Gene Sharp. El también filósofo fundó la ONG Albert Einstein, cuyo supuesto fin es promover «la defensa de la libertad y la democracia y la reducción de la violencia política mediante el uso de acciones no violentas». Su obra, sin embargo, enuncia cinco pasos para provocar golpes suaves: ablandamiento; deslegitimación; calentamiento de calle; combinación de formas de lucha y fractura institucional.
De la dictadura a la democracia… se ha convertido en la Biblia de la desestabilización. Constituye basamento de otras formulaciones similares, como el Manual de Guerra No Convencional de las Fuerzas de Operaciones Especiales del Ejército de EE.UU. Un claro ejemplo de la aplicación de esta estrategia fueron los disturbios del 11 de julio de 2021, así como acciones subversivas y de sabotaje de factura más reciente, financiadas desde Estados Unidos. Y la lista de agresiones continúa.
Guerra no convencional contra Cuba en la actualidad
Basta un recorrido por el contenido publicado en redes sociales sobre Cuba para identificar en enfoque negativo que se le intenta impregnar a cada contenido sobre la Isla caribeña.
Gran parte de los ataques se dirigen al presidente cubano. Intentan deslegitimar su gestión e imagen personal, así como la validez de su mandato. Más recientemente, han cuestionado la agenda del mandatario en la 78va Asamblea General de Naciones Unidas y el desarrollo de la Cumbre del G77 + China en La Habana. Cabe destacar los resultados positivos de estos eventos para la Mayor de las Antillas en la esfera internacional.
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Según esta narrativa irreal, el bloqueo contra Cuba no existe. Acusan al Estado antillano de fenómenos derivados directamente de las consecuencias del flagelo. Colocan las experiencias de derecha en la región como referentes por los cuales debería regirse el gobierno cubano, ignorando totalmente la diferencia de condiciones socioeconómicas y contextuales.
A lo interno del país
En cuanto al acontecer internacional, predominan enfoques hipercríticos de la política económica y financiera del gobierno. Victimizan grupos de la sociedad, como mujeres, jóvenes y ancianos, sin argumentos sostenibles, con el fin de segmentar la opinión pública.
Pretenden generar incertidumbre a través del uso de noticias falsas, que manipulen los estados de ánimo de la población para potenciar protestas. ¿Les suena de algo el “calentamiento de la calle”? Pues sí, viene de la estrategia de Sharp.
También usan fake news para fracturar la relación entre Cuba y su comunidad en el exterior, con el objetivo de fracturar el sentido de nación y nacionalidad.
La ofensiva llega al nivel simbólico, con el intento de normalización del uso ofensivo de emblemas patrios, de conjunto con la imagen de nuestros héroes y líderes históricos.
Además, buscan naturalizar el modelo de éxito laboral y de vida al margen de la institucionalidad. Esto viene de la mano con la romantización del fenómeno migratorio, en detrimento de quienes deciden permanecer en Cuba. Dibujan a Cuba como una sociedad sumida en el caos, magnificando accidente y catástrofes.
Por últimos, se aprecia la práctica de minimizar acontecimientos de relevancia política para el país, tales como la Cumbre del G77 y el Congreso de los Comité de Defensa de la Revolución. En torno a citas de este tipo, articulan acciones para calentar las redes sociales, buscando llegar al espacio físico.
Los servicios especiales de Estados Unidos emplean un extenso andamiaje para implementar estrategias de desestabilización contra la Mayor de las Antillas. Estamos en presencia de una actuación con precedentes de larga data, que tienden a perfeccionarse, en correspondencia con nuestra dinámica realidad nacional. Los enemigos de la Revolución han ofrecido resistencia a cada uno de sus pasos de avance. Y, como en cada ocasión, tenemos que estar preparados para hacerles frente.
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