El 4 de julio es un día de fiesta en Estados Unidos. Para muchos lo fue, de hecho, pero la fecha también sorprendió a gran número de familias llorando la pérdida de seres queridos.
La plataforma Archivo de Violencia Armada registra registrado 363 incidentes asociadas al uso de armas de fuego en ese país. tan solo en lo que va de mes. De ellos, 20 corresponden a tiroteos masivos, con un saldo de 19 víctimas mortales.
En la noche del lunes, 5 personas murieron como resultado de un tiroteo en Filadelfia, entre ellos un menor de edad. Ese mismo día hubo 3 fallecidos y ocho heridos por la misma razón en Fort Worth, Texas.
A dos siglos de la adopción de la Declaración de Independencia en tierra norteña, la epidemia de la violencia armada plaga sus calles. Así lo demuestran las más de 20 mil personas muertas por esta causa. Con una población de 319 millones de habitantes, circulan en la actualidad alrededor de 310 millones de armas.
Una encuesta de Kaiser Family Foundation señala que 1 de cada cinco adultos en ese país tienen un familiar muerto a causa de disparos, sea por suicidio u homicidio. Aproximadamente la misma cantidad han sido amenazados personalmente con un pistola o rifle.
Por otra parte, casi la mitad de los adultos estadounidenses viven en un hogar con posesión de artefactos de este tipo. Información de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos revelan que en 2018 los fabricantes produjeron 9 millones de armas de fuego en el país, más del doble de la cantidad producida una década antes.
Estados Unidos vive en permanente clima de inseguridad. El debate por la posesión de armas se aviva tras cada masacre, para caer en un ciclo sin fin donde no se alcanzan resultados palpables a nivel político. El reloj continúa su marcha irrefrenable, y los estadounidenses siguen muriendo.
