La contraofensiva revolucionaria no ha de esperar para lograr un saneamiento moral de nuestra ecología espiritual
Nuestro Comandante en Jefe nos alertó sobre el peligro de la corrupción y ella si puede destruir a nuestra Revolución si no la atacamos y eliminamos.
Esa es una batalla de todo el pueblo, unido, alerta y denunciando todo lo mal hecho. Necesitamos mucho el control popular.
Bajo la dirección de nuestro Comité Central del PCC y el Estado y junto a nuestro pueblo, todos tenemos que revisarnos por dentro mediante un proceso serio y profundo.
Esta batalla por el fortalecimiento de la legalidad socialista de gana con la participación activa de nuestro pueblo que está viendo en cada pueblo, municipio, consejo popular y circunscripción
Nuestros cuadros deben escuchar más, prestar más atención y fortalecer las acciones de control interno y la labor educativa y el trabajo político e ideológico.
No podemos convivir con la mentira, el engaño, el fraude pues todo eso debilita a la Revolución. Todas esas malas actitudes pueden llegar a ser el reflejo de una traición a la patria y a nuestro pueblo.
Hay que lograr una «ecología de nuestro espíritu y la actuación» en cada barrio o comunidad, en cada circunscripción y municipio del país y eso nos hará mucho más fuertes.
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