La bola y el rumor siempre han sido armas de la contrarrevolución

En las redes sociales circulan matrices de opinión malintencionadas ꟷen otras palabras, bolas y rumoresꟷ dirigidas a menoscabar la medida y confundir a los siempre poco informados o a aquellos que realmente no comprendieron a plenitud las esclarecedoras explicaciones de los ministros que comparecieron en la Mesa Redonda. Me refiero a los estados de opinión generados por la reciente medida aplicada para la compra por el Estado de divisas en pesos cubanos.
El más ridículo y dañino, porque va dirigido a crear incertidumbre en el cubano común, es afirmar la supuesta elevación de precios en productos de la canasta básica, como es el pollo, por solo citar un ejemplo.
Es una farsa fácil de desmentir, porque quedó claro que la compra era a personas naturales y en nada afectaba el cambio oficial de 1mlc x 24cup, que rige para el sistema empresarial.
Eso significa que ningún producto sufre variaciones en sus precios actuales y se dejó bien claro que la inyección de estas divisas en diversos sectores de la economía es para estimular su reanimación. Por consiguiente, trae un mayor aporte a la presencia de productos en el mercado. No podía hacerse sobre la base de incrementar los precios actuales.
Si el objetivo final es elevar paulatinamente el valor del peso cubano, bajo un control estatal, es ilógico pensar que el Estado Socialista aplique una medida que vaya en contra de este fin.
También se alertó que estas transformaciones no podrán ocurrir de la noche a la mañana, pero indudablemente nos acercan al camino de una solución definitiva y beneficiosa para todos.
¡Alerta! Esta estrategia contrarrevolucionaria no es nueva. Es tan vetusta como la misma criatura maligna que la estimula y alimenta: el Imperialismo yanqui.