Entretenimiento

Elon Musk y Mark Zuckerberg quieren fajarse en una jaula, así lo han anunciado en lugares prominentes de sus páginas digitales CNN, ABC, NBC. Dos de los hombres más ricos del planeta quieren pegarse trompadas y los medios nos aclaran que si bien Musk es más fornido, Mark es practicante de artes marciales. Mientras nos lo informan, en Uruguay los maestros y los estudiantes salen a las calles en un paro de 24 horas para protestar por el recorte al presupuesto educativo; pero eso no nos lo dicen muchos medios, ocupados están en la posible riña física de los millonarios.
Por cierto, Musk se ha convertido en una especie de oráculo de lo terrenal y lo divino. Lo mismo da la solución al envejecimiento poblacional, que nos habla de moda masculina y femenina, que se sincera y nos dice que «daremos un golpe de Estado a quien queramos. Lidiad con eso», refiriéndose al golpe de Estado contra Evo Morales. Padece de incontinencia verbal el muchachón al que pertenece Twitter y que retó a una bronca, como las que se pactaban en la escuela, al ricachón dueño de Meta, la compañía detrás de Facebook.
Pero para no salirnos del tema de las broncas, miremos esta de la que no ha dicho mucho ni CNN, ni ABC, ni NBC, ni FOX. En San Salvador de Jujuy, Argentina, la policía reprimió de lo lindo, con balas de goma y gas lacrimógeno incluido, a quienes se manifestaban contra una reforma constitucional inconsulta. Según los medios, los heridos yacían en la calle después de pasada una hora de la represión. Nueva Tribuna nos aclara que «la verdadera intención de esa reforma firmada por antojo, de espaldas al pueblo (…) es el manejo de la industria del litio».
Y es que la fiebre del litio tiene enfermos a muchos. «Justamente tuvimos una llamada de zoom con los embajadores de Estados Unidos en Chile y Argentina (…) también con el vicepresidente de operaciones globales de Albemarle para hablar del litio. El triángulo del litio, en Argentina, Bolivia y Chile…, y para preguntarle a las empresas cómo les está yendo y qué ven en términos de desafíos y cosas así en el negocio del litio», informa la general Laura Richardson, al frente del Comando Sur de Estados Unidos.
Quizá esta pelea entre millonarios se vuelva la pelea del siglo, más mediática que aquella mítica que marcó la recoronación de Mohammed Ali al vencer a Joe Frazier. Aquella pelea, en medio de las luchas emancipatorias de los negros norteamericanos, vio el retorno de un irreductible Ali, quien había sido despojado de sus títulos y sufrido prisión, por negarse a ser parte de la carnicería imperialista en Vietnam. Esta que nos ocupa ahora es más presuntuosa, se trata de una batalla de egos entre dos millonarios a quienes la mitología efectiva de la maquinaria cultural nos presenta como arquetipos de millonarios self-made. Es decir, ricachones logrados por virtud de sus méritos y talentos (no le digan a nadie que el padre de Musk andaba en el negocio de diamantes en la Sudáfrica del apartheid, ni que Facebook Mark se lo robó a un colega de estudios; no es bonito echar a perder dos historias idílicas) y no en virtud de un sistema que favorece a los pocos en detrimento de los muchos.
Claro, en este mundo en el que vivimos de capitalismo-mundo, no podían faltar las compañías presurosas, como Bet Online, Bovada, Ladbrokes, Paddy Powers que ya han abierto, o piensan abrir, su sistema de apuesta para la pelea que se avecina, de producirse.
¿Cómo no hacer dinero de un evento tan llamativo y extraordinario? No dejemos que nos eche a perder la noticia, que en este mismo momento también se reporta que ya son 140 palestinos muertos en lo que va de año, resultado de la represión israelí, de los cuales 23 son niños. Pasemos esta última información a segundo plano, ya estamos habituados a que asesinen a esos seres humanos, que podemos imaginarnos que andan acostumbrados a ser tiro al blanco del imperialismo sionista. Ya sabemos, algo que se vuelve habitual deja de ser noticia.
No es lo mismo la noticia de competencias clandestinas de quien lanza más lejos a un enano con casco, que ese vulgar hecho cotidiano de personas desalojadas en España por la policía, por no poder pagar un alquiler. Como le acaba de pasar en Madrid a Souad, una vecina de Vallecas, a la que no le basta su trabajo como camarera para pagar el alquiler de donde vive hace ya 14 años, y la policía le ha tirado la puerta con arriete. De esa bronca entre policía, la ambición del fondo de vivienda y la pobre desahuciada los emporios mediáticos no harán noticia.
Pero bueno, no nos entretengamos con todas esas noticias intrascendentes con las que nos quieren agobiar los aguafiestas de siempre, echemos atrás los sillones, busquemos algo que picar y una bebida bien fría, y esperemos (im)pacientes, que los dos aburridos se caigan a trompones. Aunque me entra la duda, si no serán ellos los que nos miran a nosotros mientras se ríen juntos en el camerino.