A propósito del aniversario 64 de los CDR

El próximo 28 de septiembre, estaremos celebrando el 64 aniversario de la constitución de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), creación genuina de la Revolución Cubana.
Recuerdo que en ese año 1960, los enemigos internos y externos de la Revolución, apoyados material y moralmente por el Gobierno de los Estados Unidos, se afanaban en destruir, por todas las vías posibles, nuestro naciente proceso revolucionario. Resultaban comunes los alzamientos de elementos contrarrevolucionarios en las montañas, los sabotajes a la economía, las explosiones de bombas y petardos, las avionetas procedentes de ese país incendiando cañaverales y ametrallando centrales azucareros, a la vez que realizaban infiltraciones de agentes terroristas y medios materiales con esos fines. De igual forma arreciaban sus acciones dirigidas a aislar a Cuba, tanto de los países latinoamericanos, como del resto del mundo con el apoyo de la OEA y varios gobiernos lacayos del imperio.
Yo tenía 15 años de edad y vivía en Santiago de Cuba y veía por televisión el acto, en La Habana, en que hablaba el Comandante en Jefe y se escuchaban los estampidos de las bombas que explotaban en cualquier lugar. Fue ahí donde Fidel expuso la idea de crear un sistema de vigilancia revolucionaria, colectiva, de manera que se supiera quien vivía en cada cuadra, qué hacía, a que se dedicaba y con quien se juntaba.
Al día siguiente, en mi cuadra, sin esperar más orientaciones, nos reunimos y se eligió a una compañera como responsable, se organizó la guardia y la vigilancia revolucionaria, luego vendrían las indicaciones que establecían la estructura, tareas y funciones de esta importantísima organización de masas.
Aquella organización resultó tan eficaz en su quehacer que, pronto se les asignaron un grupo de tareas en interés de la salud pública, la educación, la distribución de alimentos, la recuperación de materias primas, la defensa, la recuperación de valores del Estado, la preparación y superación política de la población y muchas otras.
De particular importancia resultó el trabajo de los CDR, junto a los incipientes Órganos de la Seguridad del Estado, cuando en 1961, durante la invasión mercenaria por Playa Girón y en 1962, durante la Crisis de Octubre, fue necesario identificar, detener y poner presos a los agentes de la CIA y otros elementos contrarrevolucionarios, cuyos planes fueron totalmente neutralizados. Eso el enemigo no podrá nunca perdonárselo a los CDR y de ahí su visceral odio a esta organización que constituyó y constituye un factor de unidad en el barrio y de fidelidad en la defensa de la patria la Revolución y el socialismo.
Cederistas ¡Feliz aniversario!