El regreso de Evo es posible

Luego de su renuncia el domingo, debido a la “sugerencia” de las Fuerzas Armadas y del amotinamiento de la policía, el presidente Evo Morales finalmente se asiló en México. El viaje en sí para sacar al líder aymara de Bolivia fue toda una odisea.
Para colmo de caos, este martes la senadora opositora Jeanine Áñez se autoproclamó como presidenta, sin el quorum necesario.

Nadie sabe a ciencia cierta qué deparará el futuro de la nación suramericana. No muchos son optimistas.
Sin embargo, Fernando Mayorga en entrevista con BBC opina que el regreso de Evo a la política boliviana es posible. Mayorga es sociólogo y doctor en ciencia política, además de director del Centro de Estudios Superiores Universitarios de la Universidad Mayor de San Simón, en Bolivia.
En su opinión, el golpe de Estado era previsible “porque había un sector de la oposición que decía que no iba a aceptar la victoria de Morales bajo ninguna circunstancia”. Uno de los líderes golpistas, Luis Fernando “el Macho” Camacho, llegó a afirmar que existía una orden de detención contra Evo. Se llegó a temer no solo por su libertad, sino también por su vida.
Para Mayorga, el asilo fue una decisión correcta, en tanto fue una “medida de seguridad para resguardar la vida de Evo Morales”, dado que si le pasaba algo sería “muy grave para el país”.
El asilo “le da un carácter más nítido a la idea del golpe de Estado (…) Se confirma que fue un derrocamiento.”
El politólogo boliviano opino que, desde el exilio, la imagen de Evo crece internacionalmente, su defensa se convierte “en una causa para sus seguidores”. Lo anterior se confirma antes las muchas movilizaciones que se han dado en varias regiones del país, llegando a ocurrir choques violentos en ciudades como El Alto.
En opinión de Fernando Mayorga, Evo había perdido en términos de aceptación popular, pero después del golpe de Estado se ha visto fortalecido su capital político, su legitimidad.
No obstante, prevé dos vías para la solución del conflicto boliviano: la primera, la sucesión constitucional, frustrada por Jeanine Áñez y su autoproclamación. Es válido hacer notar que se le ha prohibido a senadores del MAS, como es el caso de Adriana Salvatierra, el acceso a las sesiones.
Las fuerzas policiacas han llegado a mostrarse represivas.

La segunda vía es el desiderátum de la oposición golpista: gobierno provisional de los Comités Cívicos (liderados por Camacho), y poder para procesar y juzgar a los dirigentes del MAS.
Habrá que ver cómo se suceden los acontecimientos, pero si
en definitiva el MAS no es proscrito, se enfrentará en nuevas elecciones (como
ha prometido convocar Jeanine Áñez),
se enfrentará “a una oposición dividida en al menos cinco fuerzas”, declara
Mayorga.
Si “proscriben al MAS, y tenemos un gobierno de facto, Evo Morales se fortalece”, queda “mejor parado para una elección en el futuro.”
En ese sentido, no se puede descartar que Evo vuelva al poder, porque tiene un tipo de liderazgo especial, con mucha ascendencia en comunidades indígenas y sectores desposeídos.
Para el politólogo boliviano, el liderazgo de Evo es “expresión de una red de sindicatos” que “son la forma de los pobres de acceder al mercado y a los servicios”.
En cuanto al MAS, Mayorga considera que es el único partido con presencia nacional en los últimos 20 años. O sea, no se trata solo de Evo. “Evo es fruto de un proceso de coalición de sindicatos y esa coalición está intacta. Evo la unifica y ahora con mayor razón”, afirma.
Para el entrevistado, es poco probable que Evo vuelva a fungir como figura principal. Pero “pensar a Evo por fuera del poder es imposible. Desde una figura secundaria, Evo Morales puede volver al poder.”
Es decir, que todavía es muy probable que Evo Morales tenga un rol preponderante en la vida política de Bolivia, quizás no ya como mandatario, pero sí como figura importante del MAS, que continúa siendo la mayor y más cohesionada fuerza política de ese país.