Muchas son las campañas que se orquestan hoy por las redes sociales para desacreditar a nuestro país. En medio de una crisis económica agudizada por la pandemia de Covid-19 y el paso del huracán Ian, algunos confundidos se dejan llevar por consigas banales que desde el exterior se originan.
No tengo los ojos vendados. Se que los apagones molestan a todos y que es cierto que los alimentos que necesitan refrigeración se echan a perder de forma inmediata, o que es muy complejo dormir a un niño sin electricidad o, simplemente, que muchos trabajos dependen de electricidad. Soy cubano igual que todos.
Estos son tiempos donde hay que saber cambiar los problemas personales por los colectivos. Estamos llamados a hacer más y criticar menos. Fíjense lo que les digo, que me dolió ver por la televisión que cientos de oficiales y cadetes de las FAR y el Minint fueron a recoger escombros en la capital para lograr un restablecimiento oportuno de las calles, y algunos vecinos, en lugar de sumarse para terminar en breve tiempo, simplemente miraban desde los portales.
¿Qué pasa, mi Cuba? Eso no es lo que nos caracteriza. Somos un pueblo unido, luchamos por un futuro mejor. Para nadie este tema de los apagones es feliz. ¿Acaso pudiéramos pensar que el gobierno corta la electricidad para hacernos sentir mal?
Se que todos conocen la respuesta. Ayudemos más al otro. Seamos más consecuentes con nuestros actos. Déjenos de ver tantas redes sociales con llamamientos al odio y críticas sin basamento. Nuestro país se restablecerá tarde o temprano, como siempre lo ha hecho. Eso es Cuba. Juntos por el porvenir.
