Como parte del intento de silenciamiento de las plataformas mediáticas cubanas llevado a cabo en la última semana, en la tarde de ayer fue suspendida la cuenta de Twitter del sitio web Razones de Cuba.
El servicio de microbloggin justifica el cierre de la página con un supuesto “incumplimiento de las reglas de Twitter”. Como en casos similares, se trata de un pretexto ambiguo, políticamente fundamentado.
Entre las reglas referidas por la red social figuran la prohibición de comportamientos de incitación al odio y la violencia, el extremismo, el acoso, así como otras conductas lesivas al bienestar del ser humano. Esos preceptos no se aplican al discurso de Razones de Cuba. Uno de sus frentes principales es, precisamente, la condena de acciones vandálicas y terroristas en territorio cubano.
El gobierno de Estados Unidos opera como el principal promotor de actos de desestabilización en Cuba. Las cuentas que en esa red social enarbolan el discurso de odio contra la Mayor de las Antillas continúan activas, en franca violación de las normas de Twitter, mientras cae sobre los medios de prensa cubanos el peso de la censura.
Tales acciones solo demuestran el carácter discriminatorio, selectivo e hipócrita de la medida. Basta analizar la lista de perfiles suspendidos para entrever el trasfondo político de la actuación corporativa. O federal, que en este caso viene a ser lo mismo.
El equipo editorial de Razones de Cuba repudia toda manifestación de censura sobre las cuentas defensoras del discurso revolucionario contrahegemónico en el espacio digital y exige su inmediato restablecimiento.
