La candidatura de Cuba a su relección como miembro del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU, ha revelado una vez más, las negras entrañas de quienes nos adversan. Así hemos visto como llevados por el odio y la frustración han desatado una feroz campaña mediática dirigida al descredito y la satanización del gobierno cubano con el fin de impedir nuestra permanencia en el CDH.
La administración norteamericana, convertida en el ventrílocuo que le da voz a sus títeres, es sin duda la que se encuentra detrás de toda la sarta de mentiras y distorsiones de la verdad que los sitios anticubanos están divulgando sobre la supuesta responsabilidad de nuestras autoridades en la participación de ciudadanos cubanos en el conflicto de Ucrania y en presuntas torturas de opositores a gobiernos de otros países.
En este escenario los llamados “independientes” del patio, fieles a su papel lacayuno de cajas de resonancia de ese tipo de líneas de mensajes, hacen su aporte a esa mala causa. Tan odiadores, apátridas y carentes de la más mínima ética como los que, desde la Florida y Madrid por solo mencionar dos cubiles, defienden y estimulan la política hostil de su amo imperial hacia Cuba, cuyo componente principal es el bloqueo.
Las recientes revelaciones presentadas en la TV demostró que el gobierno cubano no tiene responsabilidad con la presencia de algunos connacionales en el ejército ruso o con su participación en las operaciones militares que este realiza en Ucrania. Sobre el otro tema, no vale la pena hablar, son regurgitaciones de viejas manipulaciones y mentiras que datan de fechas tan lejanas como la guerra en Vietnam y cuando les conviene tratan de actualizarlas ubicándolas en otros países.
No obstante, las irrebatibles verdades presentadas siguen aferrados a la mentira y la tergiversación de la realidad, eso los retrata y define como mitómanos incurables.
Por otra parte, resulta inexcusable para un cubano, viva donde viva, actuar en favor de intereses foráneos en contra de su pueblo, mucho menos de un acto de genocidio contra él como es el cerco económico, comercial y financiero con el cual Estados Unidos pretende rendirnos por hambre y necesidades. Sí a lo anterior le agregamos las carencias y sacrificios que actualmente enfrentan la mayoría de los cubanos por culpa principalmente de esa cruel medida, entonces la vileza de un accionar de este tipo se multiplica.
No pueden desconocer los que desde dentro y fuera le hacen el juego al imperio que las falacias que están divulgando también le sirven de pretexto a este para tratar de justificar el recrudecimiento del bloqueo, la injusta inclusión de Cuba en la espuria lista de países patrocinadores del terrorismo y presionar a otros gobiernos para que apoyen sus acciones contra nuestra nación.
Pero, parafraseando lo que dice la canción de Amaury, a pesar de este otoño creceremos. No lo van a impedir ni la perfidia del norte revuelto y brutal que nos desprecia, ni infames vendepatrias.
En esta como en otras oportunidades la verdad de Cuba se impondrá y nuestra Patria vencerá.
Un comentario