“Por un puñado de dólares más”: Bob Menéndez debe ser destituido como senador de los EEUU

Por José R. Oro
Un mes después de que su juicio por cargos federales de corrupción terminara en noviembre de 2017 con un jurado inmovilizado, el senador Robert Menéndez se instaló en una cafetería en Union City, New Jersey. El “demócrata” posó para una fotografía junto a un amigo, quien sostenía un pequeño cartel rojo con las palabras pronunciadas por el senador frente a la corte del distrito federal: “A aquellos que estaban cavando mi tumba política para que pudieran ocupar mi asiento [de senador], sé quién eres y no te olvidaré”. Expresiones de estilo mafioso, inimaginables en la boca de un senador de la pretendida Nueva Roma.
La resurrección política de Menéndez, una medida de cuán reivindicado y empoderado se sintió después de que los fiscales no “lograron convencer” al jurado de que ayudó ilegalmente a un médico oftalmólogo muy adinerado de Florida a cambio de lujosos obsequios. Después de rechazar el caso del gobierno, Menéndez ganó la reelección en 2018. Y cuando los demócratas tomaron el control del Senado en 2021, recuperó la presidencia del Comité de Relaciones Exteriores, lo que le dio influencia en los principales debates de política externa, y considerado el que más poder tiene en el Congreso entre todos los enemigos jurados del pueblo cubano, y consolidó su lugar como uno de los líderes hispanos de más alto rango en EE.UU.
Pero ahora, solo seis años después, Menéndez se encuentra una vez más en el centro de una extensa investigación penal federal que se concentra, al menos en parte, en la posibilidad de que el senador haya recibido obsequios no revelados, los que Menéndez considera una falsedad e insiste en que volverá a ser reivindicado. “No llegarán a nada”, predijo a los periodistas a principios de este año. Aun así, sus asesores enfrentan la investigación con un sentimiento de sombría familiaridad, según personas en contacto con su equipo. A pesar de que ha ascendido a importantes posiciones políticas a nivel federal, Menéndez se ha mantenido íntimamente involucrado en los asuntos locales, interviniendo en las elecciones para la asamblea estatal y las contiendas por el liderazgo a nivel de condados y municipios. Esas acciones reflejan su poder en el estado de Nueva Jersey, pero también lo han expuesto a acusaciones de ejercer indebidamente su influencia.
Caterva de enemigos de Cuba, de izq. a der. los senadores Rick Scott (R – Fl), Marco Rubio (R – Fl) y Ted Cruz (R – TX), colaboradores directos de Bob Menéndez. Foto WFLA
En acciones recientes contra Cuba, el senador Bob Menéndez presentó la Resolución 37 en el Comité de Relaciones Exteriores, también respaldada por Rubio y los demócratas Cardin (Md) y Durbin (Ill) entre otros, en solidaridad con el Movimiento San Isidro y artistas y activistas independientes, y condenando los supuesto ataques en Cuba a la libertad de expresión y la “represión” contra el pueblo. Solicitan hacer lo mismo a sus contrapartes en Europa, Canadá y Latinoamérica. Menéndez junto a los no menos tenebrosos anticubanos Rubio, Ted Cruz y Rick Scott presentaron la Resolución 81 en honor a las Damas de Blanco y solicitando la liberación de todos los presos políticos, que fue aprobada por unanimidad en el Comité de Relaciones Exteriores
Rubio, Menéndez, Kaine (D-Va) y Risch (R-Id) también presentaron una Resolución sobre la Novena Cumbre de las Américas, a celebrarse en Estados Unidos, en que señalan la necesidad de enfrentar la maligna influencia de Rusia, China, Cuba y Venezuela, así como la necesidad de restaurar las “democracias” en estos países.
Cuando el senador anti cubano Marco Rubio dijo ante el Senado que el bloqueo garantiza que “los tribunales de EE.UU. no reconozcan, ni validen ningún derecho de marcas, de negocios, o de activos robados por el régimen cubano”. Menéndez lo apoyo decididamente.
La senadora Susan Collins presentó un proyecto de ley 1828 con el copatrocinio de Menéndez entre otros, autorizando al Departamento de Estado y la CIA a brindar apoyo financiero a aquellos funcionarios que resulten víctimas de quiméricos “ataques sónicos” como los imaginariamente ocurridos en la embajada de EE.UU. en La Habana. El 8 de octubre, el presidente Biden lo firmó convirtiéndolo en ley, que fue bautizada de la forma más irresponsable como Té Havana Act, y el senador Rick Scott, al celebrar la firma por Biden, declaró que “el ilegítimo régimen comunista cubano debe responder por los ataques al personal americano. El régimen de Castro debe rendir cuentas”. Cuando se ha demostrado que tales ataques nunca ocurrieron, silencio absoluto, ni un somero intento de excusa siquiera.
Menéndez, Rubio, Cardin, Kaine y otros, presentaron la Resolución 241 sobre las amenazas a la libertad de expresión y de prensa, y reafirmando el valor de la prensa independiente. En la misma se señala a Cuba entre los 11 países del mundo donde existe mayor censura.
Menéndez y Rubio introdujeron el proyecto de ley 2138 con el propósito de combatir la trata de médicos cubanos sujetos a ese régimen por el estado cubano. Esta es una de las más desvergonzadas calumnias contra Cuba.
El senador Menéndez, con el copatrocinio de Rubio, Cruz, James Risch (R-Id) y 13 demócratas, presentó la Resolución 310 expresando “solidaridad con los cubanos que se manifestaron pacíficamente el 11 de julio en Cuba, condenando la represión de que fueron objeto y demandando la liberación de los detenidos”. La resolución insta a los gobiernos de Europa, Canadá y América Latina a condenar la represión y apoyar la “democracia y la libertad” en Cuba.
Podríamos continuar con esta lista ad nauseam, es infinita la cantidad de acciones anti cubanas, dirigidas en esencia contra el pueblo cubano directamente. Es más sencillo indicar que prácticamente no existe ninguna maquinación anticubana en que no haya estado la mano de Bob Menéndez, líder tan evidente como tenebroso de la mafia enemiga, sobre quienes cae la sangre y el sufrimiento de muchos habitantes de la Isla.
La situación actual de Bob Menéndez
Clamor pidiendo su renuncia como senador. Foro WFLA.
La investigación federal ha inyectado imprevisibilidad en las elecciones de 2024, cuando se espera que Menéndez, de 69 años, esté en la boleta electoral buscando un cuarto mandato y los demócratas ya deben defender otros ocho escaños considerados vulnerables para retener el control del Senado. Jennifer Morrill, vocera de Menéndez, confirmó que tiene la intención de postularse para un nuevo periodo en el Senado (¡!).
Cuando Menéndez tenía solo 28 años, en 1982, y trabajaba para la junta escolar local, traicionó a su mentor William Musto, el alcalde de Union City, y testificó en su contra en el juicio que lo enviaría a prisión por cargos de corrupción. Menéndez usó entonces un chaleco antibalas por imaginarias amenazas contra su vida.
Menéndez aprendió a ejercer el poder mediante la construcción de coaliciones en un estado de política cruda y de rufianes. Desde su posición en Washington, continuó presidiendo el Partido Demócrata de su condado. Una vez instalado en el Senado, Menéndez acumuló influencia sobre temas divisivos de política exterior, desafiando a los presidentes de su propio partido en todo, desde las relaciones diplomáticas con Cuba hasta la política exterior hacia Irán. A pesar de ser del Partido Demócrata, siempre de lado de la ultraderecha más reaccionaria y fascista.
No mucho después del primer juicio antes mencionado, el Comité de Ética del Senado lo “reprendió severamente” por aceptar obsequios no declarados. Fue elegido para otro mandato de seis años en 2018. Su cómplice Melgen enfrentó sanciones más severas después de un juicio por separado. Condenado por fraude en la atención médica y cargos relacionados, fue sentenciado a 17 años de prisión, pero el presidente Donald Trump le concedió el indulto en su último día en el cargo en enero de 2021.
Perro huevero, aunque le quemen el hocico
Casi nadie que sea serio y respetuoso de las leyes se relaciona con Menéndez, solo la “metralla”. En noviembre de 2019, los agentes del FBI usaron una orden de allanamiento para incautar teléfonos, computadoras, dinero en efectivo y obsequios de Wael Hana, presidente y fundador de la empresa, según un expediente judicial presentado por su abogado. Los fiscales federales que manejan el caso le dijeron a su abogado el mes siguiente que él no era objeto de su investigación, según el expediente, que buscaba la devolución de su propiedad. Hana es amigo de Arslanian, según una persona familiarizada con el asunto. A lo largo de los años, él le ha dado un reloj y otros obsequios.
Daibes, el poderoso desarrollador de edificios responsable de rehacer la Costa Dorada de Nueva Jersey en el río Hudson, también ha sido el foco de citaciones recientes, dijeron personas familiarizadas con el asunto. Una emitida este mes a Nicholas Sacco, legislador estatal y alcalde de North Bergen, NJ, uno de los patrocinadores de un proyecto de ley estatal que habría limitado el desarrollo local, solicitó comunicaciones con Menéndez, Arslanian y Daibes, dijo una persona familiarizada con el documento.
Menéndez, nuevamente bajo investigación, no se ha retraído de la vista del público.
En mayo pasado, el senador se encontraba entre una multitud de funcionarios públicos que pronunciaron comentarios en la gala de recaudación de fondos de primavera del Comité Demócrata del Condado de Bergen. En Washington, en los últimos meses ha dirigido audiencias sobre política exterior contra Rusia, China y principalmente Cuba.
Los demócratas involucrados en las elecciones de 2024 en Nueva Jersey dijeron que era difícil predecir cómo un nuevo caso contra Menéndez podría afectar las perspectivas de su partido, especialmente en un ciclo presidencial en el que los demócratas en el estado estarán motivados para mantener a la Casa Blanca alejada de los republicanos. Pero hay serias señales de advertencia para Menéndez. Una opositora primaria prácticamente desconocida, Lisa McCormick, capturó casi el 40% de los votos en 2018.
A diferencia de cuando el senador fue juzgado en 2017, el gobernador de Nueva Jersey ahora es un miembro del partido “demócrata”, Phil Murphy. Cuando se le preguntó sobre la investigación de corrupción en curso, Murphy calificó al senador de “un socio increíblemente valioso e importante” (¡!).
Bob Menéndez es el arquetipo del político anticubano, mafioso y corrupto; no es solo malo por ser anticubano y querer matar a su pueblo de hambre y generar al caos y la violencia en Cuba. En todas las manifestaciones de su personalidad, tengan que ver con Cuba o no, él siempre está en el lado negativo de la moral y la ley, es un ejemplo de que cada uno de sus actos es para beneficiarse de alguna manera, ¿Cui bono? ¿Cui prodest?, en su máxima expresión del derecho romano. Todo ello es un ejemplo de la paupérrima catadura moral de uno de los más notorios enemigos de Cuba.
El vehículo principal de expresión de Menéndez y sus adláteres ha sido y es las mentiras y la calumnia siguiendo siempre un esquema goebbeliano de repetir mucho y sin escrúpulos tales falsificaciones. Todo ello, corrupción y muchísimos etcéteras, son ejemplos de la paupérrima catadura moral de uno de los más notorios enemigos de Cuba. Bob Menéndez no es solo malo porque agreda a Cuba, el ataca a Cuba porque es intrínsicamente malo, tal es la verdadera relación causa-efecto. Como dirían en mi natal municipio Cerro, “más malo que la sarna”.
¡Bob Menéndez debe salir del Senado de EEUU de inmediato!
Numerosos senadores exigen la renuncia de Bob Menéndez. Si el partido demócrata de los EE.UU. pretende mantener un mínimo de credibilidad debe castigar a Bob Menéndez. Foto WEIS
Tras el anuncio de la acusación federal contra el senador de Nueva Jersey, Robert Menéndez, el presidente de Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington (CREW, por sus siglas en ingles), Noah Bookbinder, ex fiscal federal anticorrupción, emitió la siguiente declaración:
“Con estas últimas revelaciones, es hora de que el senador Menéndez renuncie. La mancha de la corrupción mancha continuamente a Menéndez. CREW ha expresado durante años su preocupación sobre la posibilidad de que Menéndez venda su puesto, y el Comité de Ética del Senado encontró previamente una falta grave por su parte. La conducta descrita en la acusación de hoy y las pruebas presentadas son aún más condenatorias. El pueblo de Nueva Jersey no debería tener que preguntarse constantemente si uno de sus senadores está tomando medidas por ellos o para llenarse los bolsillos. Menéndez merece un juicio justo y una presunción de inocencia por estos últimos cargos, pero no es apropiado que permanezca en el cargo. Por respeto a la institución del Senado, debe dimitir”.
No podemos menos que coincidir, no solo debe dimitir, o en su defecto ser expulsado del Senado. Como ciudadano de EE.UU. debiera ser castigado además con todo el peso de la ley. Pero no olvidemos que en EE. UU. hay dos sistemas legales, uno para los ricos y poderosos y otros para los seres humanos normales.
Parafraseando a Marco Porcio Catón respecto a Cartago, podríamos decir que “delenda est Menéndez”. Los congresistas y otros políticos del así llamado Partido Demócrata debieran desarrollar una moción de censura, sacarlo de su curul y expulsarlo del partido. Si no lo hacen, demuestran su abierta confabulación con criminales comunes y corrientes, como Bob Menéndez es.
Tomado de Cubadebate.