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Patria, la magia de La Habana (Parte II)

Aunque se dice que la mentira tiene patas cortas, luchar contra la falsedad en este mundo cada vez más digitalizado se ha vuelto muy difícil. Los defensores de la verdad deben pagar un alto precio, “pero es lo más digno que podemos hacer si queremos un mundo mejor; es lo más revolucionario que podemos hacer para romper el hegemonismo que nos pretenden imponer, y el colonialismo con que nos quieren conquistar en los medios actualmente”, subrayó el mandatario cubano.

Desde los primeros años del siglo XXI los medios de comunicación han aplicado una estrategia de silencio, manipulación y ocultación en Latinoamérica, dirigida especialmente a los distintos gobiernos progresistas que han llegado al poder en la región.

Al decir de Gabriela Rivadeneira, política y ex asambleísta ecuatoriana, las dictaduras en América Latina han vencido con discursos de odio, “que buscan aniquilar la esperanza”. Los medios hegemónicos, con acceso a las nuevas tecnologías, han sabido aprovechar las potencialidades del ámbito digital para construir campañas mediáticas en pos de posicionar matrices de opinión que satanizan los movimientos de izquierda y el Socialismo.

“Las redes sociales han vaciado de contenido el debate social, nuestra función es llenar esos vacíos con nuestra voz, con la verdad. Solamente actuando en red, articulados entre comunicadores, políticos y artistas, vamos a poder contrarrestar el monopolio mediático”, afirmó Rivadeneira y llamó a masificar la nueva comunicación del amor.

Para vencer las realidades alternativas que construyen los ejes de poder valiéndose de su infraestructura mediática es importante escuchar a los pueblos para contar sus historias no contadas, sus luchas. El odio genera odio, a la izquierda le toca fomentar la unión, la hermandad, la alegría utilizando los mismos códigos y plataformas que la derecha, pero de manera distinta impregnándole su sello personal.

Las redes han llevado a la inmediatez y eso no permite a la izquierda explicarse, de esto se han aprovechado los ejes de poder, con mayor experiencia mediática, para ganarles terreno e imponer sus doctrinas y reafirmar su hegemonismo.

En la actualidad no basta con tener gobiernos progresistas en América Latina. No basta con Cuba y Venezuela. Es imperativo conectar con historias que están fuera de nuestras fronteras, con procesos que se dan en Suazilandia, en Sudan o en la India. Son procesos que por lo general son invisibles para nuestras realidades y en los que los Partidos Comunistas se encuentran al frente de las luchas de eso pueblos. Debemos apostar por eso, por conectarnos a nivel mundial y por aprender de experiencias como la de China, expuso Rivadeneira.

El periodista español Pascual Serrano explicó que la verdad y el rigor están perdiendo terreno en los medios; existe una percepción en muchos políticos de que en la medida en que sus discursos sean más agresivos ganan mayor audiencia; en las redes sociales también se fomenta la ira y con ello se ganan más seguidores y más likes.

Frente al mundo creado por la ultraderecha, la izquierda tiene que seguir apostando por la verdad. “Tenemos que seguir trabajando y argumentando, porque la desinformación solo se combate con la verdad”.

La estrategia de la izquierda: vencer al odio con hermandad

Los discursos de la izquierda en determinados momentos pueden llegar a ser aburridos, por lo que comunicacionalmente se impone reinventarse y recrear la realidad revolucionaria desde lecturas más frescas y divertidas.

Es fundamental crear nuevos referentes culturales y políticos más afines a las tendencias actuales, crear contenido por y para los jóvenes, din dejar de ser realistas y críticos desde el compromiso y el ejemplo personal.

“Pararse en el lado de la verdad implica una dificultad muy grande. Por eso terminamos teniendo códigos que no son de nuestra generación, terminamos poniendo rígidos discursos sobre nuestra verdad. Debemos avanzar en la educación informática, erradicar el analfabetismo digital, entender los peligros de las redes sociales especialmente con los jóvenes”, aseguró el youtuber argentino Bruno Lonatti.

La estrategia comunicacional debe enforcarse en encontrar maneras creativas de contar la realidad, con contenidos propios, empleando un lenguaje ameno y cada vez más cercano a los públicos jóvenes. Además, debe existir la voluntad política para el cambio en las narrativas es esencial.

También se hace necesario explicar los hechos a las audiencias con sus distintos matices para contribuir a la formación de una conciencia política. Diaz-Canel expuso la necesidad de construir una cultura y educación que prepare a los pueblos para su vida en el entorno digital y su interacción con sus diversas herramientas. 

Sacha Llorenti, secretario ejecutivo del Alba-TCP, rememoró cómo la comunicación política contrahegemónica, impulsada por un grupo medios de la izquierda, contribuyó a que el pueblo de Bolivia comprendiera que lo que había ocurrido en 2019 era un golpe de Estado perpetrado desde la derecha.

El II Coloquio Patria permitió a los comunicadores ahí reunidos exponer sus puntos de vista sobre cuál debería ser el futuro mediático de la izquierda y llegar a acuerdos para crear espacios y estrategias que permitan la articulación de mecanismos comunes para revolucionar la manera de comunicarse del progresismo.

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