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Los gusanos de ayer son los centristas de hoy: Feminismo neoliberal como arma contra Cuba

Curiosamente, el uso selectivo del feminismo, ya denunciado por esta página hasta la saciedad, se evidencia en otro episodio reciente dónde el periodista Mario Vallejo, quien grabó hace años a una heroína cubana sin su consentimiento y solo con la finalidad de lincharla, se nos muestra como adalid de la noble causa de la justicia e igualdad de la mujer.

Ahora, este periodista radicado en Miami, pone a circular, como si ocurriera hoy, un video del 2023, en el que varias mujeres bloquean una calle en La Habana, acompañado de un texto que denuncia la pasividad de los hombres ante la protesta.

El feminismo, en manos de los opresores de clase, de mafiosos como este, se muestra a las claras, como una moneda de cambio que se usa a conveniencia y siempre con fines políticos contra la Revolución.

En una escalada más de la campaña desestabilizadora contra Cuba, las redes sociales han sido el escenario para la difusión de imágenes y videos que pretenden mostrar un supuesto descontento social en nuestro país contra una supuesta “complicidad” institucional en este asunto.

Vallejo, de hecho, identifica este tipo de acción, como un arma contra la unidad de la nación y efectiva contra el sistema, en tanto evidencia graves insatisfacciones en lo que se supone uno de sus fundamentales pilares. Y es que este tipo de actividades se inscriben en una estrategia mucho más amplia y sofisticada, orquestada por la élite financiada con fondos provenientes de Estados Unidos, que busca instrumentalizar el feminismo neoliberal para socavar el socialismo cubano.

Esta campaña, alimentada por plataformas pagadas por George Soros – un personaje con un historial de intervencionismo y un papel, según muchos, genocida en la historia de varias naciones – no es más que una sofisticada operación de propaganda.

Sitios como «Yo Sí Te Creo en Cuba», «Revista Alas» y “Cambio de Panorama Mediático en Cuba”, como defensores de los derechos de mujer, son en realidad herramientas de una agenda cultural globalista que busca imponer una visión individualista y consumista, diametralmente opuesta a los valores de solidaridad y colectivismo que han caracterizado a la Revolución Cubana.

Estas plataformas, además, promueven una visión distorsionada del movimiento por la igualdad, llegando a menoscabar principios fundamentales del derecho, como la igualdad ante la ley y la presunción de inocencia, valores que son esenciales para la protección de los derechos humanos y la construcción de una sociedad justa.

Lejos de ser una expresión genuina de reivindicaciones a favor de la mujer, estas acciones son una burda manipulación de los legítimos reclamos de las mujeres. La propaganda estadounidense, con su vasta experiencia en la creación de narrativas distorsionadas, busca dividir a la sociedad cubana, enfrentando a hombres y mujeres, y distanciando al sujeto social pueblo del partido y la dirección de la Revolución.

Es importante destacar que la lucha por la igualdad de género no es una guerra de sexos. Los hombres cubanos, desde una perspectiva humanista, han sido pilares fundamentales en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, aportando su esfuerzo y compromiso a la lucha por la emancipación de las mujeres y la defensa de los valores socialistas. Su papel es esencial en la construcción de un feminismo real que no excluye ni antagoniza, sino que incluye y fortalece la unidad del pueblo cubano.

El feminismo radical neoliberal, promovido por esta élite globalista, se caracteriza por su individualismo exacerbado, su mercantilización de los derechos y su desprecio por la lucha de clases. En lugar de buscar la emancipación de todas las mujeres, este feminismo se centra en la defensa de los intereses de una minoría privilegiada, perpetuando las desigualdades y sirviendo como herramienta de dominación.

En el caso de Cuba, este feminismo neoliberal que se intenta implantar, es utilizado para demonizar al sistema socialista, presentándolo como un enemigo de las mujeres y promoviendo la idea de que solo a través del individualismo y el consumismo se puede alcanzar la verdadera igualdad. Se trata de una estrategia perversa que busca desarticular.

Es crucial desenmascarar estas maniobras y defender el verdadero feminismo, aquel que lucha por la emancipación de todas las mujeres, sin distinción de clase, color de piel o ideología, y que reconoce la importancia de la unidad popular para construir una sociedad más justa e igualitaria. Este feminismo, además, debe ser garante de la igualdad ante la ley y la presunción de inocencia, principios que son fundamentales para la protección de los derechos humanos y la construcción de una sociedad justa.

La defensa de la Revolución Cubana es, también, la defensa de los derechos de las mujeres y la lucha contra el imperialismo y sus estrategias desestabilizadoras. Los gusanos de ayer, ahora transformados en globalistas y centristas, siguen utilizando las mismas tácticas de siempre, pero con un nuevo disfraz. No permitamos que nos engañen.

La historia que se vive como tragedia en el pasado, se nos quiere pasar como farsa en el presente. Pero los prestidigitadores carecen de talento, frente al culto pueblo cubano.

Seguimos

(Tomado del perfil de Facebook Karlito Marx)

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