En estos días es frecuente ver y escuchar en publicaciones, revistas, comentarios, virtuales o en persona, la palabra libertad. Cada quien aporta un significado o la usa en dependencia de lo que quiera comunicar.
Como ciudadana libre que soy, de expresarme, de pensar, de vivir, respirar y de amar, quiero compartir este significado: La libertad, dice el artículo 4 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, «consiste en poder hacer todo lo que no daña a los demás». Por tanto, si un acto tan antiguo nos enseña a comportarnos, no pretendan los odiadores usar a sus antojos la palabra, mucho más cuando buscan un fin nocivo con sus acciones.
