Trabajar hasta restablecer el servicio eléctrico al último afectado

Ese es el compromiso de los trabajadores eléctricos enfrascados en la recuperación de las secuelas del huracán Ian.
Cuentan con una estrategia de trabajo ininterrumpido que transita desde los territorios con menos afectación (Municipio Especial Isla de la Juventud y Mayabeque), continuando con La Habana, para concentrar todos los esfuerzos en las provincias con más daños: Pinar del Río y Artemisa. Esto no significa que desde el primer momento no se trabajara en todos los frentes. Se trata del empleo más racional de las fuerzas de apoyo.
Es estimulante y nos llena de orgullo ver a todos los pobladores colaborando no solo con los linieros, sino con las fuerzas de las FAR, el Minint y otras entidades estatales y privadas, comprometidas con la recogida de árboles, escombros y otros desechos, algo tan necesario, hasta en el orden psicológico para volver a la normalidad.
Y como siempre nos acostumbró el Comandante en Jefe, allí, en la primera línea de combate, están nuestros dirigentes, explicando sobre todo lo que se hace, transmitiendo confianza a los pobladores afectados y a los involucrados en las tareas de recuperación.
La historia de Cuba demuestra con elocuencia que donde se manifestó la desunión, estuvieron presentes las derrotas. En cambio, no importaron los retos y obstáculos, cuando se preservó la unidad. Nunca fuimos derrotados y se obtuvieron contundentes victorias.
Así sucede ahora, después de la estela de destrucción dejada tras de sí por el huracán Ian. Desde hace apenas una semana, el panorama es otro.
La Isla de la Juventud y Mayabeque restablecieron todos los servicios, La Habana se acerca a esta ansiada meta y todas las fuerzas especializadas de la Empresa Eléctrica Nacional, que cumplieron sus compromisos iniciales, continuaron la marcha hacia Artemisa y Pinar del Río. Ello permite vaticinar que, en los próximos días en este territorio, el más dañado por el huracán, se van a reunir decenas de brigadas de linieros de todo el país. Solo la Isla de la Juventud, acorde a la magnitud de las afectaciones, fue capaz de resolver los daños causados al sistema eléctrico, con sus propias fuerzas.
Todos unidos, en un solo puño, codo con codo, enfrentan las adversidades. No cabe la menor duda que, una vez más ¡venceremos!