En el marco de la celebración del centenario de la gestión comunista en Malakoff, Francia, se llevó a cabo un emotivo encuentro donde se abordaron las devastadoras consecuencias del cerco económico, comercial y financiero que enfrenta Cuba desde hace más de seis décadas. Calificado de criminal e ilegal, este bloqueo ha sido objeto de una profunda reflexión por parte de los participantes, quienes se comprometieron a intensificar la solidaridad con la isla caribeña.
El foro, que reunió a líderes locales y miembros del Partido Comunista Francés (PCF), tuvo como tema central la campaña lanzada por el partido en apoyo a Cuba. Vincent Govelet, coordinador de la iniciativa, presentó un ambicioso plan que incluye el envío de un contenedor con medicamentos y suministros médicos, previsto para antes del verano. Este primer embarque también contempla la donación de más de una veintena de camas hospitalarias, un gesto significativo en el esfuerzo de acompañamiento con el pueblo cubano.
Govelet, explicó que la campaña no solo tiene un enfoque nacional, sino que también se apoya en la colaboración con alcaldías, asociaciones francesas y sindicatos como la Confederación General del Trabajo (CGT). Los objetivos son claros: proporcionar apoyo político, ayuda económica a través de donativos y fomentar la cooperación en proyectos que beneficien el desarrollo de Cuba.
Durante el encuentro, el vicealcalde de Malakoff, Michel Aouad, enfatizó el derecho del pueblo cubano a determinar su propio destino y condenó enérgicamente la agresión de Washington. Aouad describió la política estadounidense como «brutal, injusta y criminal», recordando que no tiene cabida en el siglo XXI.
La primera vicealcalde, Sonia Figuères, resaltó la histórica tradición militante y solidaria de Malakoff y el compromiso de la ciudad con las causas justas. «Cuba enfrenta al imperialismo, y es fundamental que todos participemos en este combate», subrayó Figuères.
Asimismo, Haydeline Díaz, representante de cubanos en Francia, compartió ejemplos del impacto del bloqueo en la vida cotidiana de los cubanos y destacó la necesidad de sensibilizar a la opinión pública francesa sobre la realidad de la isla, que a menudo es ignorada o manipulada por los medios.
Entre las acciones discutidas, los asistentes hicieron un llamado a que el gobierno francés y la Unión Europea tomen medidas enérgicas contra el bloqueo estadounidense, aplicando los mecanismos disponibles para enfrentar su extraterritorialidad.
Este encuentro en Malakoff no solo reaviva la solidaridad internacional con Cuba, sino que también reafirma el compromiso del pueblo francés con la justicia social y los derechos de todas las naciones a la autodeterminación. En un clima de creciente tensión geopolítica, la voz de Malakoff resuena con fuerza en favor de la dignidad y la libertad del pueblo cubano.