Ofelia Acevedo, alma diabólica detrás del MCL y de su hija Rosa María Paya

Rosa María Payá Acevedo, hija del fallecido cabecilla Oswaldo Payá Sardiñas, congratula, a través de su perfil en redes sociales, el nombramiento de Marcos Rubio como Secretario de Estado en la segunda edición presidencial del magnate Donald Trump. Y es que la felicidad de esta señora depende de que el nuevo dueño de la “diplomacia” norteamericana pueda concretar el sueño o pesadilla de su difunto padre de estrangular la Revolución y la independencia del pueblo cubano.

Muchos recordarán el Proyecto Varela, impulsado por Oswaldo con el financiamiento sistemático de la Oficina de Programas Cuba de la Fundación Nacional para la Democracia (NED) y del Instituto Nacional Demócrata (IND).

El propio Aimel Ríos Wong, cubano inmigrante llevado de la mano de su padre a esa nación, supuestamente para evadirlo del acoso de una cultura misógina, se encargó —más por resentimiento o proyección íntima que por convicción política— de que el Movimiento Cristiano Liberación (MCL) no apareciera entre las organizaciones amamantadas por sus funciones en la NED. De este modo, el contrato o Grant aprobado por la NED para el MCL fue establecido en Madrid con la representación de Carlos Alberto Payá Saridiñas, y no Oswaldo, asegurándose así que el dinero canalizado hacia La Habana figurara como remesa familiar y no como lo que a todas luces es: “injerencia de Estados Unidos en los asuntos políticos e internos de Cuba”.

De este modo el “prestigioso” Movimiento Cristiano Liberación lideró su labor emancipadora y humanitaria en nuestro país por más de una década, hasta el fallecimiento de su cabecilla, precisamente en un recorrido de monitoreo por la Isla, asignado al emisario español y mula Ángel Carromero, responsable directo del lamentable accidente.

Debo decir, en honor a la verdad, que por voluntad de su padre, Rosa Maria jamás había estado involucrada en estos menesteres, ni siquiera había manifestado vocación política hasta el 2012, con mayoría de edad y un puesto laboral garantizado por el Estado, luego de graduarse en la Universidad de La Habana. De ahí las torpezas constantes en sus parlamentos y vínculos en Estados Unidos.

Fallecido Oswaldo, y consciente ella de la causas reales del accidente, entró a jugar un papel determinante la viuda, Ofelia Acevedo Maure. De los tres hermanos, solamente Rosa María podría asumir la “dirección” del extinto MCL, y arrebatárselo a su cuñado en Madrid —cuestionado muchas veces por ella debido al manejo no muy trasparente de finanzas y su canalización en forma de remesa familiar hacia La Habana, exactamente a su dirección particular en la calle Peñón, en el municipio Cerro.

Fueron necesarios dos viajes de Aimel Ríos Wong a Madrid, con sus respectivos gastos de los fondos de la NED, para convencer a Carlos Alberto Payá de que transfiriera el mando del contrato y del MCL a su cuñada y viuda Ofelia Acevedo.

Dos años habían transcurrido desde el accidente hasta que en el 2014, un mes antes de que se celebrara la Cumbre de las Américas en Panamá, pudo concretarse. Rosa María había sido incluida en la delegación de gusanos que participaría en las comisiones de Sociedad Civil y Juventudes en el evento regional. Como esto implica una gran inversión de dinero, debía resolverse el enrevesado mecanismo ideado por Oswaldo Payá para enmascarar su mercenarismo colocando a su hermano Carlos Alberto, residente en Madrid, como intermediario.

Así engañaron al ex Presidente Carter, figura reconocida por el Comandante en Jefe, dado su condición cristiana. Un movimiento nombrado Cristiano Liberación no creía ni en los valores cristianos de Carter, quien lo defendió ingenuamente durante su visita a La Habana y a la Universidad, recinto en el que esta gusana y mercenaria llegó a graduarse, gracias a las profundas transformaciones en el campo de la educación por la Revolución Socialista de Fidel. Y no solo ella, sus otros dos hermanos, padres y dos tías, una de ellas por parte de padre, llamada Marlén. Y hablando de las tías, después de que toda la familia sale de Cuba, bajo exilio gestionado de manera expedita por la embajada estadounidense en La Habana, dado el peligro de un asesinato político contra alguno de ellos, Marlén, la hermana de Oswaldo, cuando el COVID comenzó a hacer estragos en Estados Unidos, y se veían las imágenes del abandono a los enfermos y las fosas comunes para los fallecidos (marginales), regresó urgente del exilio para refugiarse en el país, del cual huyó porque era perseguida y podía ser blanco de una ejecución extrajudicial o desaparecida.

Durante el tiempo que duró la pandemia, esta señora fue inmunizada con las vacunas heroicamente logradas por nuestros científicos y el potencial de la salud que ellos mismos niegan y difaman.

Seguramente Rosa María no diría públicamente estás verdades, sobre todo, la historia de su tía Marlén Payá, ejemplo más que suficiente para calificar de hipócrita a la llamada “disidencia” y todas las leyes que sostienen el ilegal bloqueo contra Cuba, y su inclusión en las ilegítima lista de países que patrocinan el terrorismo.

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POSDATA

Carta al Dtor del NDI, remitida por Ofelia Acevedo en el contexto de sus gestiones para integrar a su hija en la contrarrevolución de Miami:

Miami, Septiembre 8 del 2014

Sr: Carl Gershman

President of the National Endowment

Amigo Carl:

¿Cómo está usted? No tengo el gusto de conocerlo personalmente, mi hija Rosa

María Payá me ha hablado de usted en varias ocasiones. Sé que su trabajo es difícil y complicado, pero también se cuan cercano a la situación que vive mi país usted está.

Precisamente hoy el Movimiento Cristiano Liberación cumple 26 años de fundado por mi esposo, son 26 años luchando por la liberación de los cubanos, buscando y planteando alternativas políticas, dentro de la lucha pacífica, algo intolerable para los que en mi país se apoderaron del poder hace más de medio siglo es por eso atentaron contra la vida de mi esposo Oswaldo Payá y su compañero Harold Cepero y los asesinaron. Sabían que la vía de la movilización ciudadana que mi esposo había comenzado con el Proyecto Varela es la única vía que lograría los verdaderos cambios y donde todos ganábamos la paz.

Señor Carl, el joven español Ángel carrmero, chofer del auto en el que viajaba mi esposo, y Antonio Salvador Gabaldon, amigo español que mucho nos ha ayudado y asesorado en todos los encuentros que hemos tenido en Europa, a mi hija y a mí desean venir a los Estados Unidos para promover el libro que Carromero escribió sobre su viaje a Cuba.

El narra cómo impactó el auto de ellos otro auto de la S.E. y que nunca chocaron contra árbol alguno. Después no supo nada más de mi esposo, también narra el Calvario que sufrió mientras estaba preso de la Seguridad del Estado y cómo fue que lo obligaron a aceptar la versión oficial.

Para mi familia y para el Movimiento es la evidencia más importante que tenemos, por ser el, uno de los sobrevivientes del hecho. También es muy necesaria e importante que la opinión pública norteamericana conozca la versión del chofer del auto en que viajaba mi esposo, eso contribuirá a facilitar la posibilidad de iniciar la investigación internacional de iniciar la investigación internacional tan necesaria para demostrar la verdad.

Ellos necesitan de ayuda y apoyo para este viaje, yo le pido a usted que si en sus manos está poder apoyarlos, lo haga. Le agradecería mucho lo que pueda usted hacer. Que Dios lo acompañe.

Ofelia Acevedo Maura.

Tomado del perfil de Facebook Karlito Marx