Hoy en día el tema de los Derechos Humanos ha sido politizado por los ejes de poder y sus defensores enfrentar grandes desafíos debido al incremento de la desigualdad y la pobreza. El injusto orden internacional ha propiciado la proliferación del odio, la xenofobia y la intolerancia contra las minorías étnicas poniendo en riesgo la supervivencia del ser humano.
El 10 de diciembre de 1948 se adoptó en la Asamblea General de las Naciones Unidas la Declaración Universal de Derechos Humanos. En este histórico documento quedaron proclamado los derechos inalienables que corresponden a toda persona como ser humano, sin importar su raza, religión, sexo, idioma, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, etc.
Actores internacionales promueven en todo el mundo guerras de rapiña, golpes de Estado y politizan el tema de los derechos humanos para utilizarlo como arma contra los gobiernos de países que ponen en jaque sus intereses hegemónicos.
Cuba tiene mucho que mostrare es una nación comprometida con la promoción y protección de los derechos humanos desde el compromiso con el carácter independiente e indivisible del Estado. En la Constitución de 1976 se estipula que “la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”.
La Constitución de la República del 2019 colocó al país entre las naciones de avanzada en cuanto a garantías de los derechos humanos. “La robusta reforma judicial y procesal en la nación a partir de varias leyes que desarrollan los preceptos y principios recogidos en la Carta Magna demuestran el lugar protagónico de los derechos y garantías de los seres humanos”, subrayó el presidente del Tribunal Supremo Popular, Rubén Remigio Ferro.
Entre los principios refrendados en la Carta Magna está la dignidad. Según el artículo 40 queda claro que “la dignidad humana es el valor supremo que sustenta el reconocimiento y ejercicio de los derechos y deberes consagrados en la Constitución, los tratados y las leyes”. Además, la sociedad civil revolucionaria acompaña las políticas gubernamentales con el apoyo de muchos actores sociales.
En los últimos años la Asamblea del Poder Popular ha trabajado en la redacción y aprobación de leyes complementarias a la Constitución, como el Código de las Familias, con el objetivo de dinamizan el estado socialista de derecho y garantizar la protección de los derechos humanos de todos los cubanos.
Con el fin de aislar a Cuba de la comunidad internacional las administraciones estadounidenses han utilizado el tema de los derechos humanos para manchar la imagen del país y crear campañas difamatorias que justifiquen las cruentas medidas económicas tomadas a lo largo de los años.
Cuba se conduce en el Consejo de Derechos Humanos con voz propia y constructiva, con su experiencia de nación en desarrollo defensor del diálogo y la cooperación. En la Isla se trabaja todos los días para que no quede en letra muerta lo estipulado en la Constitución y así cumplir el precepto de que “Patria es humanidad”.