Cuba en el mundo, más fuerte que nunca

Aunque los detractores de la Revolución cubana se empeñen en afirmar lo contrario, la nación caribeña cuenta con una presencia sólida en el escenario internacional. Así lo demuestran los múltiples triunfos de la Isla en este ámbito durante el último año.

El Estado antillano encuentra hostigamiento a cada paso. Ni una sola de sus decisiones pasa desapercibida ante los ojos de quienes convierten todo en motivo de ataques, incluso en el caso de medidas con fines positivos. Ahí está el ejemplo del proceso de bancarización, si alguna duda se tiene al respecto. Un plan ideado para favorecer las operaciones financieras y dinamizar la economía nacional se ha convertido en motivo decríticas, la mayoría basadas en la desinformación.  

Los ataques a la Mayor de las Antillas se convierten en denominador común, una línea de trabajo constante. La contrarrevolución intenta articularse para montar espectáculos de repudio cada vez que los representantes de la diplomacia antillana asisten a eventos internacionales. Han llegado, incluso, a planear acciones agresivas, con elementos terroristas.

Pero allí siempre aparece la mano de la solidaridad internacional con nuestro país, para cortarle el paso a las malas intenciones de los odiadores. Solo recordemos la visita de nuestro presidente a la Cumbre UE-Celac, en Bruselas, la exitosa gira por las naciones de África, y el grupo de intercambios que sostuvo durante su visita a Nueva York.

Cuba no está sola. Se ha demostrado en cada rechazo a la arbitraria inclusión de nuestro país en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. El primero y el 2 de noviembre volverá a presentar en la Asamblea de Naciones Unidas la resolución contra el bloqueo, que la comunidad internacional a respaldado en más de 30 ocasiones.

Naciones hermanas, entre ellas México, condenaron el reciente ataque terrorista a la Embajada de Cuba en Estados Unidos. Diversas asociaciones de amistad con las Isla también denunciaron el incidente, que no es más que una muestra de despecho y frustración de los personeros de Washington ante el éxito de la visita de Díaz-Canel. Debían estar comiéndose las uñas, cuando recurrieron a una alternativa tan peligrosa. ¿O será que se sentían cobijados por la impunidad histórica del terrorismo contra Cuba realizado desde tierra norteña?

Uno de los triunfos más recientes ha sido la celebración de la Cumbre del G77 en La Habana. El evento cerró con la asistencia de 1300 delegados internacionales, pertenecientes a 116 países. Además, concurrieron representantes de 12 organismos internacionales asociados a la Organización de Naciones Unidas. Trascendieron resultados positivos en la construcción de consenso en torno a temas claves para los países en desarrollo, así como elogios al desempeño de Cuba frente al bloque internacional.

Por sexta ocasión, Cuba fue elegida para integrar el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas. Con 146 naciones a favor, ocupó el lugar de país más votado de la región para este escaño. De nada sirvió la campaña de armada en torno a supuestas violaciones de las garantías universales en su territorio. Como expresaba la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores al respecto, este resultado muestra del prestigio alcanzado en las labores de este órgano.

Por si fuera poco, demostrando la falsedad de la campaña tejida en contra del turismo hacia la Isla, la campaña Cuba Única ganó la semana pasada Award en el Premio Silver Award en los US International Awards 2023, entregados en California, Estados Unidos.

No somos un país perfecto. Nada en el mundo lo es. Sin embargo, la solidaridad internacionalista de Cuba ha ganado millones de corazones alrededor del globo. La moral de la ínsula caribeña en la esfera internacional se eleva por encima de las piedras que lanzan en su contra. La razón se impone, contra la mentira y la manipulación.