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Claves para entender la situación electroenergética en Cuba

Para nadie es un secreto la difícil situación por la cual atraviesa nuestro país. La asfixia económica intensificada desde afuera se une a factores estructurales. El más aquejado por esta realidad es el pueblo cubano, que ve las expresiones del bloqueo en su día a día.

El sector electroenergético no escapa a tal realidad. De marzo de 2022 al 28 de febrero de este año, los daños reportados en el sector de energía y minas por la aplicación de esta política ascienden a 491 millones 156 mil 960 dólares. La Unión Nacional Eléctrica reporta el monto más grande de las afectaciones, con 239 millones 276 mil 300 dólares.

Los ataques acontecen en un escenario de aumento de los requerimientos energéticos. Según datos ofrecidos por el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, “en comparación con el año anterior, en mayo de 2023 la demanda creció 104 MW, y ya en 2022 había crecido 80 MW respecto a 2021. Sin embargo, en mayo las afectaciones fueron un 35% menores que en igual mes de 2022”.

Señaló que, pese esta particularidad, la afectación a la población fue un 51% de lo registrado el año anterior. ¿Qué ha cambiado hoy? En palabras del titular de Energía y Minas,

“Teniendo una disponibilidad promedio mayor que en épocas anteriores, tenemos una situación con el combustible. Hemos de aclarar que el país hace un esfuerzo para mantener la disponibilidad de todos los combustibles que demanda la economía. La prioridad número uno de Cuba hoy son los portadores energéticos, pues de eso depende todo lo demás. Hay que mantener también el gas licuado y el gas manufacturado, y todo eso se importa, cuesta unos 20 millones de dólares. Si no tienes gas, el consumo se pasa a la electricidad”.

Hace pocos días trascendía la noticia del crédito cancelado al gobierno mexicano por enviar combustible a la Mayor de las Antillas. Los enemigos de Cuba utilizan las condiciones adversas para recrudecer los ataques.

Impacto del bloqueo en el sector

La tensa situación que impone el bloqueo implica obstáculos para la generación de electricidad en Cuba. El cerco económico ha exacerbado las limitaciones financieras y de acceso a créditos para reparar las termoeléctricas del país, adquirir las tecnologías necesarias y el combustible requerido para garantizar un servicio estable a la población y a los sectores estratégicos de la economía nacional, refleja la más reciente edición del Informe “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.

Por causa de las limitaciones, Cuba debe adquirir los productos para la ejecución de los mantenimientos capitales en mercados más distantes, con el consiguiente incremento en los precios de las operaciones de importación. Solo por concepto de flete y seguro se reporta una afectación de 92 millones 784 mil 868 dólares.

Las persecución y disposiciones emitidas por el gobierno de Estados Unidos contra las armadoras de buques y navieras que envían suministros de combustible a Cuba han provocado la disminución de la cartera de proveedores extranjeros. Lo que se mantienen, han incrementado los precios considerablemente en función del riesgo país. Asimismo, se han retrasado los tiempos de entrega con la consecuente afectación en la disponibilidad de los recursos, a pesar de lo previsto en los contratos.

Por solo ilustrar algunos ejemplos:

La firma alemana Brüel & Kjær Vibro GmbH, proveedora previa de la tecnología de los sistemas de monitoreo de vibraciones de las turbinas térmicas de la Unión Nacional Eléctrica (UNE), actualmente no trabaja con Cuba, a recomendación de su banco por la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton.

Por su parte, la firma ACCELLERON, ha decidido no trabajar directamente con Cuba para cumplir con la política de sanciones unilaterales de los Estados Unidos sobre las exportaciones a países incluidos en la lista de patrocinadores del terrorismo. De esta empresa se obtenía la tecnología de los turbocargadores empleados por la UNE. Como resultado, se incrementaron los costos totales en un 30%, con respecto a las operaciones que habitualmente se realizaban con esta compañía.

Estos son solo dos ejemplos de cómo la política unilateral de gobierno de EE.UU. incide directamente en la vida de los cubanos. Por cada pieza que deja de entrar, por cada barril de combustible que no llega a puerto antillano, los perjuicios al pueblo se elevan.

Pero, volvemos a la eterna obra del Comandante en Jefe para afirmar que “ninguna prueba, por dura que fuese, podría derrotarnos; que ningún bloqueo, por grande que fuese, podría derrotarnos”.

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