Por inverosímil que parezca, en Estados Unidos existen senadores que no tienen memoria y ese es el caso de Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y Marco Rubio, quienes, en su enfermizo trauma presentaron esta semana un proyecto de Ley, con apoyo bipartidista, para exigir “la extradición o devolución inmediata de todos los fugitivos de la justicia que actualmente reciben refugio seguro en Cuba, para evitar el enjuiciamiento o la reclusión por delitos cometidos en territorio estadounidense”.

Según estos senadores en la Isla hay cerca de 70 “fugitivos” que reciben refugio seguro, pero en realidad son perseguidos políticos por su lucha contra la discriminación racial y tener ideas diferentes a las que Estados Unidos impone, coartando la libertad de pensamiento y de expresión, algo que exigen a los demás bajo el principio de “Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”.

La mala memoria de estos señores les hace olvidar que, en Estados Unidos, residen o residieron hasta su muerte centenares de asesinos, terroristas, ladrones y torturadores de la dictadura de Fulgencio Batista y contrarrevolucionarios, todos protegidos por las autoridades del régimen yanqui, a pesar de los reclamos oficiales de Cuba para que fueran devueltos.

Para refrescarles la memoria a eso senadores, basta señalar:

Irenaldo Remigio García Báez. Teniente coronel, ex jefe del Servicio de Inteligencia Militar de Batista, e hijo del General de Brigada Pilar García, con varios crímenes.

Nicolás Hernández Méndez. Miembro de las bandas represivas al mando del asesino Rolando Masferrer. Huyó de Cuba en enero de 1959 y recibió refugio a pesar de ser el asesino de Mario Cardet Pérez, entre otras personas.

Julio Stelio Laurent Rodríguez. Oficial del Servicio de Inteligencia Naval de la tiranía batistiana. Asesino del capitán Jorge Agostini. Reclamado a Estados Unidos en notas diplomáticas por ser también autor de numerosos delitos comunes, con causas pendientes en los tribunales cubanos. Estuvo retenido en el Centro Migratorio Mc Allen, en Texas, junto a Rolando Masferrer Rojas y los dos recibieron refugio.

Rolando Masferrer Rojas. Gánster profesional, asesinó a decenas de personas durante la tiranía de Batista. Fue solicitada su extradición por Cuba, pero nunca lo devolvieron. Arribó a Miami con una maleta que contenía 17 millones de dólares robados al Estado cubano.

José Franco Mira. Ex miembro del Buró de Investigaciones del régimen de Batista y asesino de Sergio González “El Curita” y de Efraín Alfonso Liriano. Sancionado a 30 años de prisión en la Causa 833/61. Nunca lo devolvieron.

Pilar Danilo García y García. General de Brigada, jefe de la policía del tirano Fulgencio Batista, autor de varios asesinatos. Huyó de Cuba en enero de 1959 y fue aceptado como refugiado, a pesar de sus crímenes y tener causas pendientes en tribunales cubanos.

Sotero Delgado Méndez. Implicado en el asesinato del Dr. Pelayo Cuervo Navarro. Solicitada su extradición en nota diplomática. Juzgado en Cuba en la Causa No. 321/57 del Juzgado Marianao, por el delito de asesinato. Recibió refugio allá.

Orlando Piedra Negueruela, Mariano Faget Díaz y Rafael M. A. Gutiérrez Martínez, prófugos de la justicia cubana por delitos cometidos durante la tiranía de Fulgencio Batista, en la Causa No. 321/57 y Causa No. 321/57.  El 23 de marzo de 1959 fue solicitada la extradición.

Armentino Feria Pérez. Miembro de los llamados “Tigres de Masferrer”, célebre por sus asesinatos. El 12 de enero y el 20 de enero de 1959, el gobierno cubano envió notas diplomáticas solicitando su extradición, bajo el Tratado de Extradición vigente entre Cuba y los Estados Unidos, por ser prófugo de la justicia, con causas pendientes en los tribunales cubanos,

Carlos Alberto Montaner. Terrorista juzgado y condenado en Cuba por colocar petacas incendiarias en centros comerciales de La Habana, se fugó del centro penitenciario.

Luis Posada Carriles. Autor de numerosos crímenes y actos terroristas, entre ellos la voladura de un avión civil cubano en pleno vuelo, causante de la muerte de 73 personas. Entró ilegal a Miami y recibió refugio por gestiones de congresistas de origen cubano.

Gaspar Jiménez. Asesino del diplomático cubano Dartagñan Díaz, cómplice de Posada Carriles. Condenado en Panamá por terrorismo y acogido en Miami como refugiado.

Orlando Bosch Ávila. Autor de muchos asesinatos, considerado por el FBI como terrorista peligroso y responsable de múltiples actos dentro y fuera de los Estados Unidos. Líder del grupo terrorista Omega-7 apoyado por la CIA.

Documento del Departamento de Justicia yanqui afirma que, durante 30 años, Bosch ejecutó de manera resuelta y perseverante actos de violencia y de terrorismo en numerosos objetivos, entre ellos algunos en naciones amigas de Estados Unidos. Sus actos son los de un terrorista que no respeta la ley, ni la decencia humana.

La congresista Ileana Ross-Lehtinen y el senador Connie intercedieron con el presidente George Bush a favor de Bosh y el senador Marck llegó a declarar que la posición del Departamento de Justicia, de no acceder al asilo político de este, dejaba mucho que desear. Finalmente le fue concedido y vivió hasta su muerte en Miami sin ser molestado.

Guillermo e Ignacio Novo Sampoll. Asesinos y terroristas, autores del asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier y su secretaria. Documento del FBI afirma que ambos son potencialmente peligrosos por sus antecedentes, inestabilidad emocional y actividad en grupos dedicados a acciones hostiles hacia Estados Unidos. Por gestiones de la congresista Ileana Ross-Lehtinen con el presidente de Estados Unidos, fueron exonerados y puestos en libertad.

La lista de asesinos y terroristas cubanos que obtuvieron refugio en Estados Unidos es larga, lo que al parecer los actuales senadores pretenden olvidar.

Por esas razones dijo José Martí:

“Olvidar es de ruines”

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