Aquella mañana de Santa Ana

La gloria se irguió en Santiago,

Cuando la ignominia en el Moncada

Fulminó Fidel como un rayo.

La injusticia tenía un Palacio

Que Raúl con audacia asaltó,

Para que al fin reinara el Derecho

 Enseñanza que así nos legó.

En Bayamo tierra de Perucho

El oprobio no pudo vencer,

El clarín que allí resonó

¡A las armas nos hizo correr!.

Abel , Muñoz y Tasende

Y tantos mártires con valor,

Desafiando el dolor y la muerte

Sus vidas ofrendaron sin temor.

Haydée y Melba tuvieron

De Mariana la fuerza vital,

Con su lucha ambas nos dieron

¡Un ejemplo que no tiene igual!. 

¡Ya estamos en combate!

Raúl Gómez así recitó,

Al grito de ¡Libertad o Muerte!

La rebeldía se encendió.

Salvar la Patria juró

La Generación del Centenario,

Su promesa sin duda cumplió

Enfrentando al Tirano.

El Apóstol Martí revivió

En esa alborada grandiosa,

Que como un sol alumbró

Nuestra marcha victoriosa.

La Revolución es el fruto

De esa hazaña inmortal,

Que a Cuba liberó con orgullo

De la opresión imperial.

¡Recordad a los héroes!, cubanos

No olvidéis la sangre derramada,

Por jóvenes que son tus hermanos

¡Para crear una obra sagrada!.

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