Según el Nuevo Herald, el presidente de la Cámara de Representantes de Florida, Paul Renner, está impulsando un proyecto de ley que, de aprobarse permitiría a las personas portar armas de fuego ocultas sin permiso y sin entrenamiento. Renner pretende con esto eliminar el “documento de permiso del gobierno” que, autoriza a las personas a llevar ese tipo de armas.

La irracional intención es respaldada por el gobernador Ron DeSantis, quien desde abril de 2022 está tratando de lograr su conversión en ley. Los acompañan el jefe de la Policía del Condado Hernando, el presidente de la Asociación de jefes de Policía de la Florida y la presidenta del Senado de ese estado, entre otros funcionarios.

Es necesario decir que, veinticinco estados ya cuentan con lo que sus partidarios, apoyandose en  la Segunda Enmienda de la Constitución la cual establece que, los ciudadanos estadounidenses tienen derecho a tener y portar armas, denominan, medidas de “portación constitucional”, lo que significa que no exigen un permiso para llevar un armas de fuego. , 

El medio afirma que, la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) de inmediato apoyó la propuesta de ley y su director estatal declaró que, “esperan dar la bienvenida a Florida al redil de la libertad que proporciona la portación constitucional”. Sin comentarios.

En este contexto, el sitio ARCHIVO DE VIOLENCIA CON ARMAS, que recopila información sobre este tipo de hechos en el territorio estadunidense, plantea que, en lo que va de año hasta el 29 de enero se han producido, 3606 muertes a causa del uso de armas de fuego, 52 tiroteos masivos, 6 asesinatos en masa, han sido heridos 44 niños entre 0 y 11 años de edad y 297 adolescentes corrieron igual suerte. Resulta paradójico que, en vez de tomar medidas para revertir esta situación, hagan todo lo contrario. Parecen cosas de locos, pero no lo son.

Los ciudadanos de ese país viven en un ambiente de inseguridad, sometidos a un barraje informativo, mejor desinformativo en que se reflejan o magnifican supuestas amenazas externas e internas, en el que se incluyen audiovisuales, donde se le rinde culto a la violencia como forma de resolver los conflictos, esto sin mencionar videos juegos con igual corte que envenenan la mente de niños y adolescentes, factores que crean las condiciones para el surgimiento de conductas agresivas e irracionales.

En el “paraíso” soñado, las personas se sienten amenazadas, experimentan la necesidad de protegerse y desarrollan una especie de paranoia colectiva. Ese escenario de paradojas inexplicables desde el punto de vista ético y del raciocinio humano, es explicable como reflejo de una sociedad a la que, han enfermado los que rigen los destinos del imperio con su total irrespeto al principal derecho de los seres humanos, su derecho a la vida. Es la confirmación de que a ellos los mueve el afán de lucro, el dinero y las ambiciones de poder.

Y aun así se presentan ante el mundo como la “meca” del respeto a los derechos humanos. De cínicos se pasan, pobre pueblo norteamericano.

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