El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, llamó hoy a la fuerza pública a detener la violencia contra el pueblo que se manifiesta de forma pacífica contra las medidas económicas impulsadas por el Gobierno de Lenín Moreno, según reportó PL.

A través de su cuenta en la red social Twitter, exhortó a policías y militares a no seguir protegiendo a «un gobierno acabado por su propia traición, mediocridad y entreguismo y que tendrá que responder por tanta represión».

Aseguró que el presidente Moreno fue quien rompió la democracia y la ley cuando traicionó el programa de gobierno vencedor en las urnas y reiteró que la Constitución de Ecuador contempla elecciones anticipadas cuando hay una crisis política como la que vive el país desde hace ya 10 días.

«¿Entonces qué espera, ya no hay suficientes muertos, acaso no tenemos una gravísima crisis política de conmoción interna?», preguntó el exmandatario.

Igualmente, señaló que se trata de la insensatez de un hombre aferrado al poder o a los intereses de los grupos a los que sigue y exhortó a Moreno a no hacer más daño a «nuestra gente».

De acuerdo con Correa, el retroceso en Ecuador es inmenso, pero su pueblo no se quebranta y sigue adelante sin odio, pero con memoria.

Desde hace 10 días, cientos de miles de ecuatorianos han manifestado su rechazo a un grupo de medidas económicas del gobierno de Moreno que lacera el bolsillo y la calidad de vida de una amplia mayoría.

A través de diversas protestas y con un paro nacional iniciado ayer, los manifestantes exigen la derogación del paquetazo, término para denominar las antipopulares medidas que aplica el gobierno.

Sobresalen entre las disposiciones aprobadas, la eliminación del subsidio a los combustibles y reducción de derechos laborales (recortes en el salario y vacaciones para el sector público).

Además, otras como la reducción de aranceles, eliminación del anticipo del impuesto a la renta, reducción al impuesto a la salida de divisas, que benefician a las clases acomodadas del país suramericano.

No más FMI, es otra de las demandas en las movilizaciones protagonizadas por organizaciones indígenas, trabajadores, estudiantes, académicos, mujeres, jóvenes, y un amplio abanico de sectores sociales, contra lo que consideran recetas del Fondo Monetario Internacional.

En marzo último, Ecuador firmó un acuerdo con el FMI por 4,2 mil millones de dólares, los cuales serán erogados durante tres años, siempre que el Gobierno se adhiera a un programa económico establecido en el convenio.

Dicho programa exige un ajuste de alrededor del seis por ciento del Producto Interno Bruto y otros recortes que incluyen el despido de empleados del sector público, el aumento de los impuestos y rebajas a la inversión pública.

(Con información de PL)

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