Por Arthur González.

Estados Unidos pretende imponer su modelo político y económico a la fuerza, y a quienes no lo acepten les hacen la guerra total para arrodillarlos, pero no todos se doblegan. Esos son los casos de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Rusia, China, Irán.

Con la supuesta libertad de pensamiento pasa lo mismo.

Los yanquis impiden cualquier movimiento político de izquierda, enfrentándolo con métodos sucios, persiguen a sus líderes y los encarcelan con falsos motivos, y acusan de “violar la libertad” a quienes no se les someten.

Contra Cuba despliegan una cruzada mediática por encarcelar a uno de sus mercenarios, transformado en “periodista independiente” para ejecutar actos contra el gobierno, algo que en Estados Unidos no toleran, comprobado en las brutales represiones policiales a quienes se manifiestan contra el racismo estructural de esa sociedad.

Prueba de que el construido “periodista” Roberto Quiñones, es una marioneta al servicio de la política anticubana, es su trabajo para el sitio Cubanet, sitio de noticias con sede en Miami sostenido con amplio financiamiento de la CIA, a través de la NED y la USAID según sus sitios en Internet.

Otra evidencia de que Quiñones responde a Estados Unidos, fue la defensa desplegada por el Departamento de Estado, la embajada yanqui en La Habana e incluso las presiones en el Parlamento Europeo para que condenen a Cuba; situación que no hacen contra países donde ser periodista es jugarse la vida a cada minuto, por denunciar las violaciones a la vida de cada ciudadano, o las mentiras organizadas por Washington para invadir a otras naciones, como hizo el periodista australiano Julián Assange, a quien intentan condenar de por vida.

Quienes violan sistemáticamente la libertad de prensa son los Estados Unidos, donde los medios no pueden hablar de determinadas cuestiones sin el consentimiento del gobierno, como sucedió en 1987 tras la denuncia pública cubana contra la CIA. De aquello no salió una sola noticia en la prensa de Estados Unidos, y fueron amenazados quienes incumplieran la orden.

Actitudes similares sucedieron con las acusaciones de Cuba sobre hechos terroristas, cometidos por mercenarios pagados por la CIA contra la economía de la Isla, o la no divulgación de los Programas de Acciones Encubiertas que realiza esa Agencia de Inteligencia, donde se exponen actos criminales que prueban sus violaciones de los derechos humanos.

¿Por qué Estados Unidos se ensaña cruelmente contra el periodista Julián Assange y presionó al lacayo Lenin Moreno, presidente de Ecuador, para que revocara el asilo político otorgado en el gobierno de Rafael Correa, y exigirle al Reino Unido su extradición?  

Sencillamente porque el periodista australiano publicó las pruebas de la sucia política yanqui y demostró como violan sistemáticamente la libertad de pensamiento, de prensa y todas las demás, dejando al descubierto que ellos no son “paladines de los derechos humanos”.

A diferencia de los mercenarios que Estados Unidos construye y financia para difamar contra la Revolución cubana, como el caso de Roberto Quiñones, Julián Assange tiene una amplia y destacada carrera como periodista, con múltiples reconocimientos internacionales, pero para él no hay similar tratamiento.

Assange debe pagar bien caro por su valentía de disentir y demostrar el verdadero rostro del imperio, para que otros no sigan su ejemplo.

Es un defensor de la transparencia de la información, por eso representa un peligro para Estados Unidos y sus aliados, incluso en 2012 mostró intenciones de presentarse como candidato a un puesto en el Senado australiano y formar El Partido WikiLeaks, situación preocupante para la CIA, dada sus posiciones políticas.

La larga lista de premios que posee no han frenado las pretensiones yanquis de aplastarlo. Sin embargo, a su asalariado Quiñones, que no lo conoce nadie en Cuba ni tiene obra alguna, lo defienden a capa y espada, para acusar a la Revolución cubana, real víctima de una política criminal que dura 60 años.

En el 2009 Assange recibió el premio Amnesty International UK Media Award, por denunciar los asesinatos extrajudiciales en Kenia, y fue seleccionado por el Centre for Investigative Journalism, como el mejor periodista.

Fue galardonado en 2010 con el Premio Sam Adams, ​y la Persona del año de la revista TIME. ​ En abril de 2011 fue incluido en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo.

Una encuesta entre editores en Postmedia Network, lo seleccionó El más relevante del año, después que seis de 10 encuestados reconocieron que Assange “cambió profundamente cómo es vista y entregada la información”. ​

El diario francés Le Monde lo nombró Persona del año. ​

En febrero de 2011, obtuvo el Premio Sydney de la Paz, por la Fundación Sydney de la Paz de la University of Sydney, debido a su “excepcional coraje e iniciativa en la búsqueda de los derechos humanos”. Solo cinco personas lo han recibido desde su creación: Nelson Mandela; Tenzin Gyatso, 14º Dalái Lama; Daisaku Ikeda; y Assange.

En junio de 2011, Assange recibió el Premio de Periodismo Martha Gellhorn, concedido anualmente a periodistas cuyo trabajo ha penetrado en la versión de eventos establecidos y relatado una verdad impalpable que expone la propaganda establecida, o mentiras oficiales. El jurado apuntó:

WikiLeaks ha sido retratado como un fenómeno de la era de la información, lo cual es. Su objetivo de justicia a través de la transparencia es el más antiguo y la mejor tradición del periodismo”.

En noviembre de 2011 recibió el premio 2011 Walkleys, por la excelencia en el periodismo en los medios de comunicación australianos. ​

En 2011, el parlamentario noruego Snorre Valen, lo nominó para el Premio Nobel de la Paz.

Ese es el relevante periodista que el presidente Lenin Moreno traicionó, para que sus amos en Estados Unidos lo encarcelen y silencien para siempre, violando la libertad de prensa que le reclaman a Cuba para su marioneta Roberto Quiñones, quien carece de avales como periodista, pero gastan cientos de miles de dólares en su campaña.

Estados Unidos no le perdonan a Assange que haya expuesto al mundo la información más restringida de sus patrañas, opiniones sobre líderes mundiales, y otros actos ilegales ejecutados por su diplomacia, prueba de la injerencia en los asuntos internos de otras naciones, guerras sucias y acciones que evidencian sus violaciones de los derechos humanos.

Por esa razón, Estados Unidos intentó condenarlo por una falsa violación sexual en Suecia, para que ese país se lo entregara, lo que no dio resultados.

Presionaron al gobierno británico para que no le otorgara el salvo conducto como asilado político en la embajada de Ecuador, donde fue espiado desde su ingreso a la sede en junio 2012, e intentaron asaltar la misión diplomática violando los Convenios internacionales.

Producto del confinamiento y ataques psicológicos sufridos, hoy Assange presenta un notable envejecimiento, pérdida de peso y desorientación, sometido a una celda de castigo sin asistencia médica.

Lo mantienen 23 horas diarias en soledad y solo 45 minutos para hacer ejercicio. Cuando es sacado de la celda, son evacuados todos los pasillos por los que pasa y las puertas de las celdas se cierran, para evitar que no tenga contacto con otros reclusos, ​ algo que no condena Estados Unidos por ser su forma usual de reprimir y tratar a los prisioneros políticos.

El comité de apoyo internacional de Assange, afirmó:

“El proceso judicial es un ataque a la libertad de prensa y al derecho del público”.

El ponente especial de las Naciones Unidas sobre la tortura, declaró:

“Se está preparando un sistema para asesinar a Assange”.

​La desvergüenza es tal que la organización pro yanqui One Free Press Coalition, incluyó al asalariado Quiñones en una lista de “los diez casos más urgentes de injusticia contra periodistas”, mientras la desprestigiada Amnistía Internacional y el Institute for War and Peace Reporting, lo nombraron como “prisionero de conciencia”, cumpliendo órdenes de Washington para empañar la imagen de Cuba, mientras callan lo que hacen contra el laureado periodista Julián Assange.

Esto prueba la doble moral de los yanquis y sus aliados, quienes pretende satanizar a Cuba cuando detiene a sus asalariados por violar las leyes, mientras ellos torturan y asesinan sin contemplaciones.

Contundente José Martí cuando dijo:

“Los pueblos de América son más libres a medida que se apartan más de los Estados Unidos

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