La malvada esencia de nuestros enemigos, su inhumanidad, queda al descubierto una vez más, con el oportunismo con el cual tratan de aprovechar las afectaciones provocada por el huracán Ian en la región occidental del país, para instigar sin ningún recato la realización de acciones de carácter violento,  la desobediencia civil, en fin, están intentando provocar un estallido social.

En este contexto donde se han manifestado reclamos sociales, principalmente en la capital, relacionados con la falta de fluido eléctrico y el abastecimiento de agua, se han producido acciones de bloqueos de calles y quemas de basuras en la vía pública que, se apartan del carácter pacífico, así como de las motivaciones y objetivos de las primeras, lo que se evidencia no solo en estos hechos, sino también en las características y comportamiento, en muchos casos agresivo de sus participantes, y en las consignas  contrarrevolucionarias que vociferaban.

Llama la atención que, los que se proyectaban con vulgaridad y agresividad, pretendían liderar estas acciones y evidentemente buscaban la confrontación, trataban en muchos casos de reproducir imagen y conducta de los llamados guarimberos. Pero en Cuba, estoy seguro, nunca se permitirá que, tales comportamientos proliferen. Ya el presidente Miguel Diaz Canel habló de la aplicación de la ley a quienes cometieron los hechos vandálicos a que nos hemos referido.

Ha costado mucha sangre y sacrificio construir una sociedad con una alta tranquilidad y seguridad ciudadana, sin crimen organizado, ni pandillas callejeras, para que, unos cuantos antisociales, piensen que impunemente podrán cambiar ese escenario.

He tenido la oportunidad de intercambiar con personas que, estuvieron en varios de los lugares donde se produjeron esos hechos, las cuales me mostraron los videos que tomaron. En uno de ellos se aprecia como, gente del pueblo explica a representantes del gobierno que, su reclamo no es político, sino que desean saber cuándo se les pondrá la electricidad y el agua, piden no se mediatice lo que están haciendo, para evitar se les mal interprete.

Apartados de ese grupo, elementos como los que hemos descrito comienzan a gritar groserías y frases contrarrevolucionarias. En ese momento varios de los que intercambian con las autoridades, los señalan y dicen, nosotros no tenemos nada que ver con ellos.

Lo anterior demuestra que, oportunista y vilmente, algunos malos cubanos, para no decirles lo que se merecen, por respeto a quienes nos leen, aprovecharon los reclamos populares para dar salida a toda la podredumbre que llevan dentro, dejando ver la carencia de valores patrios y humanos que los aqueja.

Estos son momentos de unidad, de cerrar filas para no dejar que el enemigo introduzca la cuña divisoria que, debilitaría nuestras defensas y favorecería sus intereses. Es la hora de expresar y dar solidaridad a todos los que la necesitan, de trabajar para superar el duro golpe que nos ha infringido la naturaleza, sin desaliento, ni pesimismo, confiados en nuestras fuerzas para salir adelante, como nos enseñó Fidel.

Por eso, quienes, estimulados o no por lo que desde el exterior se instiga, han actuado contrario a lo que la patria necesita, creando situaciones que favorecen los intereses de nuestros enemigos, se han situado o ya estaban en el bando de este.

Hoy el pueblo cubano batalla contra la adversidad y la perfidia de los que lo quieren mal. Es una lucha por la vida, por el derecho a seguir siendo independientes y soberanos. En ella no hay términos medios. El que se alinee con el enemigo es un traidor.  

Aclaro, para evitar manipulaciones, me estoy refiriendo a los vándalos que quisieron reproducir en Cuba las guarimbas y a los que, desde dentro los estimularon por espurios intereses políticos.

El resto, hicieron uso de un derecho, ni son traidores, ni enemigos, pero, desde mi punto de vista, independientemente de cualquier otra consideración, debieron antes de actuar, pensar. Salir a las calles no es la única vía que existe para canalizar o expresar reclamos, máxime si resultan legítimos.

Al margen de la manipulación y el aprovechamiento que, siempre tratan de hacer nuestros adversarios de cualquier situación que se genere en Cuba, está el hecho de que, existen miles de compatriotas que lo perdieron todo, entre los que se encuentran niños a los que, no solo les falta, la luz y el agua, sino también el hogar, su escuela, sus lugares de juego, etc. Cito a quien con su guía certera nos trajo hasta aquí.

“…sin espíritu de solidaridad no habría habido independencia; sin espíritu de solidaridad no habría habido Revolución, no habríamos podido defenderla, no habría podido sobrevivir la patria…”

Fidel.

Por eso dije pensar.

Tomado de PostCuba

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