El exsenador Arturo Murillo, quien tras el golpe de Estado consumado contra Evo Morales asumió de facto la dirección del Ministerio de Gobierno en Bolivia, afirmó que el nuevo Ejecutivo del país sudamericano irá «a la cacería» de Juan Ramón Quintana, ministro de Presidencia durante la Administración socialista, y Raúl García Linera, hermano del exvicepresidente Álvaro García Linera, quien debió exiliarse por la interrupción de la democracia. 

Así, a los pocos minutos de asumir el cargo de modo irregular, le dijo a la prensa: «Que empiecen a correr, los vamos a agarrar. No vamos a permitir una persona más que siga haciendo sedición en el país». Murillo considera que Quintana y García Linera fueron presuntos responsables de los disturbios que se generaron el domingo tras la dimisión de Morales, quien abandonó el cargo tras el pedido público de renuncia pronunciado por las Fuerzas Armadas y la Policía

Entre sus diatribas, manifestó que si esas dos personas vinculadas a Morales no quieren ir a la cárcel, deberían dejar el país. «Haremos cumplir la ley», acotó el político identificado con el partido Unidad Democrática (UD), quien llegó al Ejecutivo tras el golpe. 

En otras palabras, Murillo señaló que «no habrá persecución a nadie, salvo al que comete delitos». Y sumó: «Ese será perseguido». Asimismo, continuando con las promesas del Gobierno de facto, acotó que les darán «seguridad a todos». Para concluir, advirtió: «Aquel que trate de hacer sedición a partir de mañana, que se cuide». 

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