Camiones atestados de personas transitan por la carretera hacia el antiguo polígono. En ellos viajan niños y jóvenes vestidos de verde olivo y ondean banderas. Los pioneros agitan sus pañoletas para recibir a la caravana. En sus sonrisas se ve una especial emoción por vivir y estudiar dentro de la Ciudad Escolar Libertad (CEL).

Todos los años se reedita la entrada de Fidel Castro y los barbudos a La Habana en este complejo escolar, que no siempre tuvo los centenares de niños alegres de hoy, pero ¿cuál fue el origen de Columbia?, ¿por qué se nombró así?

En 1899, por disposición del gobierno norteamericano de ocupación, comenzó a ser construido en las alturas de Los Quemados, en el poblado de Marianao, un campamento militar que recibió el nombre de Columbia porque las primeras tropas que se instalaron en él procedían del Distrito de Columbia, en los Estados Unidos.

Después de la instauración de la república neocolonial en 1902, radicó en Columbia la jefatura de la Guardia Rural hasta 1908, cuando el campamento pasó a ser la sede del Estado Mayor del entonces llamado ejército permanente. A partir de la década de 1930, ya con el nombre de Ciudad Militar con que fue bautizada después del golpe militar del 4 de septiembre de 1933, la instalación fue objeto de sucesivas ampliaciones que la convirtieron en la principal base militar del país. Fue aquí donde Batista escenificó el Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 y se convertiría en la primera fortaleza militar del régimen tiránico.

En La Historia me absolverá, Fidel expresó: “…si es para matar y asesinar, para oprimir al pueblo, traicionar la nación y defender los intereses de un grupito, no merece que la república se gaste ni un centavo en ejército y el campamento de Columbia debe convertirse en una escuela e instalar allí, en vez de soldados, 10 mil niños”.

Desde ese alegato de 1953, luego de los sucesos del Moncada, el Comandante en Jefe proyectaba construir en Columbia una ciudad escolar. No en vano envió a Camilo a tomar la fortaleza el 2 de enero de 1959 y el 8 de enero entraron los barbudos a Columbia y pronunció el discurso donde se le posan las palomas en el hombro y, al final, le preguntó a Cienfuegos: “Voy bien, Camilo”.

El día 10 de marzo de 1959, el legendario comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán, entonces Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde, a golpe de mandarria procedió a derribar los muros del Campamento de Columbia, símbolo de la opresión, para de esta forma se pudiera materializar el proyecto revolucionario de convertir los cuarteles en escuelas. Exactamente al cumplirse 7 años del Golpe de Estado de Fulgencio Batista y su entrada a Columbia, violando la Constitución, el respeto a la libertad ciudadana y a los derechos del pueblo, el comandante Camilo Cienfuegos, derribaba la Posta 6 y dejaba constancia histórica de ese suceso al escribir

“Diez de marzo de 1959, 2 y 40 de la madrugada. Después de 7 años de larga espera se derriban los muros afrentosos que levantó la tiranía, dejando detrás de ellos la libertad concluida, los derechos violados, la honra humillada. Finalizados estos 7 años de luto y sangre, el pueblo representado por el Ejército Rebelde derriba esos muros, residuos de esa Tiranía y le dice a la ciudadanía: Otra posta más”.
Territorio libre de Cuba, Camilo Cienfuegos.

Posteriormente, el 14 de septiembre de 1959, Fidel le hizo entrega a Armando Hart Dávalos,  Ministro de Educación del naciente gobierno revolucionario, de esta instalación, que pasó a denominarse Ciudad Libertad.  Ese luminoso día, cuarenta mil niños cubanos, armados con lápices y libretas, tomaron por asalto, jovial y pacíficamente, lo que ayer fue ciudadela de la opresión y el crimen.

Con información de Cuba Ahora y Mi Cuba Por Siempre

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