Estatua viva del metal más fuerte,
no pudiendo los monstruos de oro y cieno
matarte con la bala y el veneno,
quieren que el tiempo te condene a muerte.

Cuentan tus horas, les anima verte
blanca la barba de perfil heleno;
y en la alta cumbre del pensar sereno
el brote de tus canas les divierte.

Los pueblos, sin embargo, te dan rosas,
poemas y canciones más por cosas
de cumplesueños que de cumpleaños,
pues la edad de los héroes y los genios
no se mide por días ni por años
sino por largos siglos y milenios.

Jesús Orta Ruiz,
«El Indio Naborí»

Dejar respuesta

¡Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí